Antonio Vivaldi
La popularidad que alcanzó la partitura, en la que Vivaldi desplegó su más brillante artillería, la convirtió en uno de los principales objetos contra los que arremetió Benedetto Marcello en su célebre y divertido panfleto Il teatro alla moda.
Después de una obertura un tanto desconcertante, en la que nos sorprende la violencia de los staccati, la versión de Jean-Christophe Spinosi pronto adquiere una personalidad y un equilibrio admirables, que nos permiten apreciar esta nueva joya vivaldiana en todo su esplendor. El Ensemble Matheus sirve de magnífico apoyo a una excelente compañía de canto, en la que resaltan y contrastan cuatro valiosas y avezadas voces femeninas (Gemma Bertagnolli, Guillemette Laurens, Sara Mingardo y Nathalie Stutzmann). Anthony Rolfe Johnson, algo fatigado ya, aporta su veterana experiencia, que contrasta con la lozanía del estupendo contratenor francés Philippe Jaroussky. Una vez más: ¡qué grande era el prete rosso!