Image: Vicenç Cuyàs

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Discos

Vicenç Cuyàs

11 septiembre, 2003 02:00

Josep Pons. Columna Música Cm 0101

De verdadero acontecimiento lírico puede tacharse esta grabación de la única ópera del mallorquín Vicenç Cuyàs (1816-1839), una obra estrenada en 1838 y muy festejada en su tiempo. Escrita sobre libreto en italiano de Felice Romani -que dio lugar a otra ópera del mismo año firmada por Carnicer-, nos trae los ecos de Donizetti y Bellini, por supuesto, pero también del joven Verdi y, sin duda, con el estilo, pese a todo, muy hispano, incluso muy catalán, conectado con la línea que habría de seguir un Arrieta. Sorprende la seguridad de pluma de un joven de 22 años, que logra para una fluida historia abracadabrante de hechicería y amores malditos, de atractiva vena melódica. Hay algunos momentos sin retóricas. La grabación procede de las dos interpretaciones concertantes realizadas en octubre de 2001 en el Liceo. Pons dirige con seguridad, quizá falto de una mayor amplitud fraseológica. Los cantantes -Sala, Sempere, Marchi, Orfila, Franco- cumplen, en algunos casos con apuros: Cuyàs pide a veces auténticas proezas.