La Decca lanza un doble compacto que, bajo un título señero, recoge parte del gran repertorio que abordó Teresa Berganza. Abarca desde el aria de El barbero de Sevilla hasta la habanera de Carmen y por en medio su célebre “Voi che sapete”, páginas de Alceste y Alcina y mucho Rossini, además de algún Mozart. La selección recoge también el recuerdo del aria de Neris en Medea -la ópera que cantó con Callas- y la mucho menos frecuente “Demofonte” del mismo Cherunibi. Y como se trataba de ofrecer una panorámica retratada con gran angular, también se incluyen romanzas de La rosa y el azafrán o El anillo de hierro, para completarse con los Falla, Granados, Turina y Guridi. Todo ello proveniente de las antiguas grabaciones que aún hoy son una referencia. Uno se alegra de que el gran público incorporado a la ópera hace menos de veinte años pueda disponer de un autorretrato similar, pero se alegraría más si la Decca o la Emi u otra compañía editaran algunas de las grabaciones que Berganza posee en cintas y que aún permanecen inéditas. ¿para cuándo?