Giulietta Simionato fue una de las grandes mezzosopranos de su generación. Está muy bien que se nos recuerde cómo era la voz y el estilo a los cuarenta años de una artista que hoy posee noventa y tres. Casi todas las interpretaciones provienen del 1949 al 51, en la plenitud. No era Simionato una mezzo con coloratura, aunque se atreviese y saliese airosa de El barbero de Sevilla o La Cenerentola, ésta con un impresionante Giuseppe Taddei en el dúo "Dunque io sono". La voz tenía demasiado cuerpo para tales ligerezas y ella además lo dejaba notar exagerando algún que otro grave. Estos son redondos y magníficos en las páginas del Sansón y Dalila, cantadas en italiano como todo en el disco. Las escenas de Aida son impresionantes, con Caterina Manzini, Giulio Neri y Mario Filipeschi al lado. Carmen, Werther y Mignon nos aportan otros de sus papeles franceses pero, con todo, lo que más se disfruta es su "Voi lo sapete o mamma" de la Cavalleria rusticana de Mascagni. Es una obviedad pero ¿dónde hay hoy voces así?