Rolando Villazón
Arias para Tenor
9 septiembre, 2004 02:00Posee Villazón un instrumento que diríamos de lírico-ligero, extenso, caluroso, vibrante, bastante homogéneo, que usa muy juiciosamente, con efectos musicales plausibles y expresividad muy a flor de piel. Tiene en general resuelta la zona de pasaje, aunque no pueda evitar determinados estrechamientos. El agudo es firme -aunque no a partir del si natural-, timbrado y tiene su squillo, su mordiente; el de una voz muy lírica desde luego. En franjas de la primera octava mete pasajeramente el sonido en la nariz y, más arriba, al atacar notas altas, busca apoyos espurios, que denotan la en este caso perniciosa influencia de su modelo. Pero la voz de Villazón es más clara que la del joven Domingo y también más fácil y natural en el segmento superior.
Aquí queda claro que el del mexicano es un instrumento aún tierno, que canta mucho mejor las arias más aptas a su tipo vocal -las de Elixir, Lucia, I lombardi, Rigoletto, Traviata- que las más propias de un lírico pleno o, incluso, de un lírico-spinto -Don Carlo,Tosca, L’amico Fritz-. Le falta maduración en todo caso para resolver, con total igualdad y legato adecuado, una página tan difícil como "Parmi veder le lagrime" de Rigoletto. Canta mucho mejor, como es lógico, "La donna è mobile". Se permite atractivas medias voces, falsetes de buen cuño y reguladores muy potables.