La en un tiempo llamada "Gran ópera" parece hoy olvidada, no representándose casi nunca los Meyerbeer o Spontini. Tiene su lógica, pues en los tiempos del videoclip resulta casi sobrehumano tener que permanecer en un asiento 5 ó 6 horas para escuchar una ópera. Sin embargo, hay piezas que, de encontrase las voces adecuadas, deberían rescatarse. Si Los Hugonotes es una de ellas, también lo es Agnese di Hohenstaufen de Gaspare Spontini (1774-1851), prácticamente olvidado y de quien sólo se recuerda La Vestale por la interpretación que de ella realizara Callas. Esta obra, que no es larga, fue estrenada en Berlín en 1829 con éxito arrollador y muchos ven en ella un claro antecedente del Rienzi wagneriano, compositor con el que tuvo una estrecha relación. La música impresiona por su grandilocuencia, con coros abundantes y una orquestación amplia. Hay una melodía que se repite con insistencia y que hace enseguida reconocible la partitura. El reparto, encabezado por Franco Corelli, hizo justicia a la obra en las representaciones de Florencia en 1954.