Mendelssohn
Concierto para Violín
6 octubre, 2005 02:00
Esta interpretación, presidida por la batuta clara, ágil, vitalista, de Daniel Harding, que dirige a la Orquesta de Cámara Mahler y que obtiene tonalidades soleadas y en ocasiones agresivas, es de una atractiva modernidad. René Capuçon tiene un excelente sonido y un arco nítido, frasea con propiedad, sin arrobos, sin elongaciones, lo que puede ser ventajoso, aunque no siempre la poesía, el romanticismo connatural a ambas partituras, sobre todo a la segunda, aflore como sería de desear. Pero aligera el curso, que suele ser moroso, de esta composición. Un producto de los artistas de hoy. Atrás quedaron los Stern, OistraJ, Milstein, Menuhin. Las cosas son, ahora, de otra manera. Es cuestión de elegir.
