El joven barítono neozelandés Jonathan Lemalu debería conocer nuestro refranero, en particular el dicho "quien mucho abarca, poco aprieta". En su segundo disco para EMI no se tiene el más mínimo pudor en engordar la ceremonia de la confusión en la que vivimos. Su voz discográfica viene a ser de bajo-barítono, pero muy lírica. ¿Conocen ustedes un buen Fígaro mozartiano que sea a la vez un gran Holandés? ¿Y un buen Papageno que se también, y simultáneamente, un gran Don Basilio? Yo no. Pues Lemalu puede con todo a los veintiocho años .... o, bueno, lo intenta. Obviamente no lo consigue. Y da igual que cante Leoporello ("Il Catalogo"), el Príncipe Gremin, Basilio ("La calumnia"), Bartolo ("A un dottor della mia sorte"), Fígaro, el Conde Almaviva mozartiano, Mefistófeles, Papageno, Falstaff ("Ehi! paggio!...L"onore! Ladri!") o el Holandés ("Die Frist ist um"), porque no llega a ser ninguno de ellos ni por color de voz ni por dicción.