W. A. Mozart
Ctos. para piano 12 y 17
12 enero, 2006 01:00
Cada nueva entrega de esta integral nos confirma las primeras impresiones: notable transparencia de líneas, texturas claras, aéreas, firmes bases constructivas, densidad de pensamiento, sonoridad ligera, rítmica cuidada. En esta interpretación discográfica de la serie el pianista austriaco se nos muestra más reflexivo y variado, con un fraseo más delicado que en la formidable y más juvenil recreación, para el mismo sello, junto a Neville Marriner. La luz de estos nuevos acercamientos es más matizada y el concepto más maduro. Lo que no empece para que todo cante, por ejemplo, en ese tan operístico rondó del nº 12 en la mayor. En el admirable nº 17 en sol mayor, sin duda, ya, una partitura magistral, resplandece esa "iridiscencia de sentimiento", ese colorido cambiante de que hablaba Albert Einstein. El diálogo tutti-solista está plasmado con tanta efusión como transparencia. El Mozart más profundo -tras su media sonrisa- en las manos más adecuadas.
