El letón Mariss Jansons continúa su ciclo dedicado a Shostakovich con la Orquesta Sinfónica de la Radiodifusión de Baviera. Nos referimos hoy a su grabación de la Sinfonía nº 13, Babi Yar (lugar cercano a Kiev, donde en 1941 los nazis mataron a varios miles de judíos). En los años sesenta reinaba en la Unión de repúblicas socialistas soviéticas un claro antisemitismo; de ahí que la obra, escrita sobre texto de Máxime Evtouchenko, tuviera ciertos problemas para estrenarse, lo que sucedió el 18 de diciembre de 1962. El músico sumó otras cuatro piezas con palabras del mismo literato: Humor, En la tienda, Miedos y Una carrera, conectadas con la vida soviética. Jansons, apoyado en una orquesta formidable, nos hace escuchar las complejas líneas, las musculadas peroraciones con buen sentido narrativo; aunque sin conceder a los acentos y a las texturas ese corrosivo colorido que adorna otras interpretaciones. El bajo solista, Sergei Aleksashkin, de timbre opaco, expresa convincentemente. Magnífico el Coro bávaro.