Discos

Monteverdi

Il sesto libro de Madrigali

12 octubre, 2006 02:00

Concerto italiano/ Rinaldo Alessandrini. Naïve Op 30423

El director y clavecinista Rinaldo Alessandrini (Roma, 1960) es ya un veterano, al menos desde finales de los ochenta, en estas lides y con su Concerto Italiano ha ido desentrañando, lejos de caducos planteamientos, buscando en todo momento la mayor de las expresiones, estas páginas maravillosas, que explotan y recrean las emociones más puras e íntimas; los dolores más acerbos; las penas y nostalgias del amor; las lamentaciones de la muerte. Sólo así, realizando con limpieza el estilo concitato, el canto nervioso y ágil, manejando con habilidad la sprezzatura, es decir, dando aire y variedad al ritmo, es posible llegar al fondo de versos de poetas como Rinuccini, Petrarca, Agnelli o Marino y de calar en este portentoso cuaderno, que establece los dolores de la separación: en el amor y en la muerte.

La forma elegante y elástica de traernos estas piezas dota a las interpretaciones de una frescura, una comunicatividad y una cercanía únicas, hoy en día difícilmente conseguidas de este modo, a no ser por el conjunto italiano La Venexiana. A las siete voces, en sí nada especiales, pero excelentemente ensambladas, equilibradas, bien afinadas, se unen un arpa y dos tiorbas, que se constituyen en un operativo y estimulante bajo continuo.

De esta guisa, es posible marcar los emotivos contrastes, destacar los acordes disonantes, elaborar los diálogos, realzar los solos y obtener tan mágicos efectos en el canto imitativo. Son ejemplares la tristeza conseguida en la segunda versión, a cinco voces, del Lamento de Ariana, el brillo operístico de A Dio, Florida bella o el dramatismo tan exacerbado de la sestina Lagrima d’Amante al Sepolcro dell’Amata. Un disco de gran importancia, en la línea habitual de sus intérpretes.