The jazz album
Watch what happens
22 marzo, 2007 01:00
La majestuosidad vocal del barítono alemán Thomas Quasthoff siempre es noticia, aunque su eco proceda de mundos artísticos ajenos a su cotidianeidad musical. Así lo corrobora su último disco, The Jazz Album. Watch what happens (Deutsche Grammophon/Universal), producido por uno de los trompetistas, arreglistas, compositores y cantantes de jazz más solicitados del momento, Till Brünner. El álbum plantea una docena de estampas melódicas a camino entre los géneros naturales de ambos creadores, incluyendo referencias clásicas como My funny Valentine, de Rogers y Hart, o In my solitude, de Ellington; citas universales como You and I, de Stevie Wonder; o los repertorios flexibles There’s a boat that’s leavin’ soon for New York y They all laughed, de George Gershwin, o What are you doing the rest of your life?, del cinematográfico Michel Legrand.
El respaldo musical se lo reparten la Deutsches Symphonie-Orchester Berlín, dirigida por Nan Schwartz, y un elenco jazzístico de lo más florido: el baterista Peter Erskine, el guitarrista Chuck Loeb, el contrabajista Dieter Ilg y el pianista Alan Broadbent. Un disco amable, agradecido y, desde un punto de vista jazzístico, mucho más que correcto. Los arreglos y la producción del disco nos muestran a un Till Brünner alejado de las veleidades que en más de una ocasión le han hecho perder los papeles, sobre todo cuando quiere mostrarse como un clónico de Chet Baker. Aquí, sin embargo, el trompetista está felizmente inspirado, sobre todo, en la escritura que coloca en los atriles de los profesores de la Deutsches Symphonie-Orchester Berlín, a cuya tarea seguro le ha ayudado otra de sus actividades menos conocida, la de compositor de música cinematográfica. El regusto emocional que queda al final de la escucha obtiene el refrendo tanto de los paladares jazzísticos como de los clásicos, aunque cada uno lo saboree a su manera. La traslación al directo de la aventura discográfica todavía no tiene fecha en nuestro país, aunque los seguidores del barítono podrán verlo el próximo 29 de abril en el Liceo de Barcelona.
El respaldo musical se lo reparten la Deutsches Symphonie-Orchester Berlín, dirigida por Nan Schwartz, y un elenco jazzístico de lo más florido: el baterista Peter Erskine, el guitarrista Chuck Loeb, el contrabajista Dieter Ilg y el pianista Alan Broadbent. Un disco amable, agradecido y, desde un punto de vista jazzístico, mucho más que correcto. Los arreglos y la producción del disco nos muestran a un Till Brünner alejado de las veleidades que en más de una ocasión le han hecho perder los papeles, sobre todo cuando quiere mostrarse como un clónico de Chet Baker. Aquí, sin embargo, el trompetista está felizmente inspirado, sobre todo, en la escritura que coloca en los atriles de los profesores de la Deutsches Symphonie-Orchester Berlín, a cuya tarea seguro le ha ayudado otra de sus actividades menos conocida, la de compositor de música cinematográfica. El regusto emocional que queda al final de la escucha obtiene el refrendo tanto de los paladares jazzísticos como de los clásicos, aunque cada uno lo saboree a su manera. La traslación al directo de la aventura discográfica todavía no tiene fecha en nuestro país, aunque los seguidores del barítono podrán verlo el próximo 29 de abril en el Liceo de Barcelona.
