En 1985, el violinista y director Dimitri Sitkovetski realizó una transcripción para trío de cuerdas de las famosas Variaciones Goldberg de Bach. él mismo la grabó en 1986 junto a Gérard Caussé y Misha Maiski. éste último aparece en el registro que ahora comentamos y que, en líneas generales, mejora el anterior, no ya por la espléndida sonoridad, sino por la limpieza de la ejecución y la intensidad de numerosos pasajes. Maiski, Julian Rachlin y Nobuko Imai desentrañan con mimo y pasmosa claridad, con tempi muy medidos (el disco dura 80 minutos) las líneas contrapuntísticas bien administradas por Sitkovetski, que conseguía con su arreglo una diferenciación mayor de las voces superiores que la obtenida desde un teclado y aclaraba las estructuras. Interpretación modélica, que permite destacar la profunda gravedad de la Variación XXV y mostrar a la vez la espectacularidad de la XXVI. El transcriptor dedicó su trabajo al excéntrico Glenn Gould, cuya primera interpretación al piano de 1955 asombró, curiosamente, por la rapidez de los tempi. Su grabación dura menos de la mitad que la que aquí se ha comentado.