Hay lanzamientos que sorprenden sobre el papel. Con la supuesta crisis que vive el mundo discográfico, aún existe quien se atreve a editar y distribuir mundialmente un cd de una nueva soprano de color californiana de treinta años que, apenas en 2005, ha ganado un discreto concurso como el de Cardiff y ha realizado una sustitución de última hora a Gheorghiu en la ópera de Berlín. Padrinos tendrá y alguien querrá hacer de ella la nueva Hendricks. Y no es que la chica cante mal, pero es que su voz corresponde a una cuerda, como la de ligera, que resulta la más corriente. Vamos, que voces como la suya abundan... Por lo demás, el disco aporta un repertorio grato, en el que se mezclan obras tan infrecuentes como The old maid and the Thies de Menotti y el "Quando me n’vò" de Boheme.