Nos llegan las primeras escaramuzas de un nuevo sello, fruto de la colaboración del INAEM, Glossa y Diverdi:
Anemos, que es el título de una composición de Francisco Guerrero (1951-1997), preside el primer CD, que incluye, también, entre otras piezas,
Hyades,
Vâda y
Delta Cephei, ejemplos de su nerviosa, turbulenta y dramática escritura. La ópera
Gramma de José María Sánchez-Verdú, aún no estrenada en España, revela el singularísimo sentido narrativo, envuelto en delicadas texturas y juegos tímbricos del autor. De César Camarero se nos brinda un disco precioso, inaugurado por su exquisita
34 maneras de mirar un vaso de agua. Música serena, de tinte onírico y sensual. Aspectos que bañan en ocasiones la creación de Mauricio Sotelo, personificada en su expresiva y jonda
De oscura llama. El compacto dedicado a Jesús Rueda se centra en su estimulante y comunicativa producción para percusión, encabezada por
Pocket Paradise. Paisaje bien distinto al que define el disco destinado a Cristóbal Halffter, que recoge parte de su bien elaborada y compleja música cuartetística. Las grabaciones son recientes y técnicamente muy cuidadas y están encomendadas a intérpretes de primera magnitud: Drumming, Cuarteto Arditti, Taller sonoro, Grup Instrumental de Valencia, Ensemble Residencias, Sinfónica de Lucerna... Cada CD tiene una imaginativa cubierta de Valentín Iglesias e incluye comentarios de especialistas como Gan, Russomanno, Guibert e Ibáñez. Loable iniciativa.