VRS 2099

El nombre del compositor asturiano Ramón Garay (Avilés, 1761 - Jaén, 1823) es hoy prácticamente desconocido. Hace unos años el musicólogo Pedro Jiménez Caballé recuperó la partitura de su ópera-cantata alegórica Compendio sucinto de la Revolución Española de 1815, que se presentó en el Festival de Música Antigua de Úbeda-Baeza. Garay había trabajado en el Palacio de la Marquesa de Benavente, y ahí debió de estar en contacto con las influencias italianas y centroeuropeas: Boccherini, Mozart, Haydn... Armónicamente no hay grandes hallazgos, pero la construcción, la riqueza temática, la variada instrumentación y la orquestación nos ofrecen ejemplos de buen gusto y de belleza melódica.



Reparamos en la factura de ese concierto para violín que viene a ser la Sinfonía n° 3 (la única en tres tiempos), en las intervenciones del fagot en la n° 5, la perfección en la escritura de los solos de oboe de la n° 6, el sabor mozartiano de la n° 8. Se trata de música diáfana, con alguna discreta sombra. El maestro José Luis Temes, en un repertorio no habitual para él, ha hecho una magnífica labor, dando a cada obra su acento, su sonoridad específica, sus contrastes tímbricos. La Orquesta de Córdoba raras veces ha tocado tan precisa y afinada, aunque ciertos acordes carezcan de la ideal redondez y empaste. Con todo, un álbum cuajado de atractivos. Buena labor del técnico de sonido Javier Monteverde.