De 1999, fecha en la que Paco Serrano publicó Encuentros, su primera obra, a 2012, cuando al fin se ha decidido a ofrecernos esta última, ha pasado un tiempo suficiente para que el guitarrista cordobés llegue a conclusiones precisas y se enfrente al hecho musical con una madurez rotunda y una energía creativa desbordante. Parece como si sus conciertos en el circuito europeo o la elaboración de dos importantes métodos didácticos, así como su actividad docente de profesor en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba, hubieran supuesto un antídoto para su silencio, un ejercicio para ir acumulando ideas, descubriendo a borbotones nuevas maneras expresivas y explorando sorpresivos territorios hasta desembocar en el potente estallido volcánico llamado Catarsis. Periodo que ha propiciado la realización de este trabajo, impregnado de un casi oculto dramatismo que se manifiesta en todos sus pasajes, desde el discurso profundo y reflexivo de la minera hasta, paradójicamente, la exaltación rítmica de la bulería.