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Era lógico que, con motivo del bicentenario de la Constitución de Cádiz, saliera al fin al mercado esta grabación, que llevaba desde 2008 durmiendo el sueño de los justos. Federico Chueca y su inseparable colaborador Joaquín Valverde estrenaron en el madrileño Teatro Apolo, el 20 de noviembre de 1886, este "episodio nacional cómico-lírico-dramático", en alusión a la obra galdosiana, titulado precisamente Cádiz. Para esta divertida humorada contaron con el libretista gaditano Javier de Burgos, quien conocía muy bien a los tipos de la ciudad (el gobernador, el contrabandista, aristócratas, majas, chulos, caleseros, damiselas...), que van salpicando, con diferentes números musicales, una trama de enredos amorosos que sirve de pretexto, ante todo, a la ardiente defensa de la plaza ante el invasor francés.



Esta ambiciosa producción de la Fundación Caja Madrid viene avalada por la dirección musical de Víctor Pablo Pérez, que sabe combinar elegancia en el trazo sin perder sabor. Cuenta para ello con unos conjuntos tan excelentes como el Coro de la Comunidad de Madrid (cuyos miembros asumen con gracia varios de los personajes) y la Sinfónica de Galicia, además de todas las prestaciones vocales, empezando por los dos protagonistas, Isabel Rey y José Bros (quien tiene a su cargo la Jota, el número más famoso junto a la pegadiza Marcha), pero también Ana Ibarra (en un delicioso Tango de los negritos con Emilio Sánchez), Carlos Bergasa o Luis Álvarez. Redondean la calidad del producto las estupendas notas de Concha Gómez Marco, amenas y muy bien documentadas.