Melodiya

Sviatoslav Richter fue uno de los más grandes pianistas del siglo XX. Siempre nos impresionó por su magisterio, su técnica completísima, sus soluciones ante el teclado, su calor y su expresividad. Era, a la par que un humanista -encerrado detrás de un rostro pétreo, adusto-, un artista de un refinamiento extraordinario, que tardó bastante, con lustros de carrera ya a sus espaldas, en darse a conocer en occidente. Por delante llegó Emil Gilels, otro gigante nacido, como él, de las aulas moscovitas de Neuhaus y que cuando escuchaba las alabanzas hacia su arte, decía: "esperen a que venga Richter".



Y Richter vino, en efecto, y causó asombro. Por su sonoridad, por su legato, por el manejo del rubato, por el mecanismo, certero, aunque no absolutamente infalible. Aspectos que nos quedan claros de nuevo con la audición del último tesoro que nos llega del sello ruso Melodiya: cuatro CDs con obras de Schubert grabados en la Gran Sala del Conservatorio de Moscú en los años 1971, 1978 y 1979. Gracias a ello podemos acceder en toda su plenitud a la fabulosa recreación de una serie de Sonatas: la imponente n° 20, Fantasía, D. 894, la n° 7, la n° 11 D 575, la n° 15, D. 664 y la n° 21 D. 958. En todas ellas el pianista nos asombra con la sutileza en la exposición de los acontecimientos marcados por la originalidad en el tratamiento de la armonía del autor. En el cuarto CD se contienen unas cuantas obras "menores", entre ellas tres Momentos musicales D. 780, tres Impromptus D. 899, el Scherzo n° 2 D. 523, el Allegretto en do menor D. 915, dos Escocesas y varios Ländler.