Hay quien considera el nuevo LP del hiperactivo Mark Kozelek en su veta folk de Sun Sil Moon como el mejor del año en cualquier categoría. Es un hermoso disco en el que el músico recupera la tradición folk de contar historias. El folk americano ha dado grandes álbumes como éste, la sofisticación de Fredo Viola o el alegre desenfado de un maestro en ciernes como Mac Demarco. De África nos llega el nigeriano Keziah Jones y su
blufunk o la cantante de Sierra Leona Sia Tolno, renovadora del Afrobeat. Ha sido también el año del espléndido folk ruso de Yagoda Galo o el revivir del folk escocés de la mano de King Creosote.
Sun Kil Moon: Benji
Mark Kozelek (ex Red House Painters) ha arrasado este 2014 con su proyecto paralelo Sun Kil Moon, en el que colabora con antiguos miembros de Red House y es el alias más personal del artista.
Benji es un disco de folk puro y duro en el que apenas escuchamos la guitarra del propio Kozelek y su rugosa voz y en el que se dedica sobre todo a contarnos historias muy personales en la tradición del folk. Así conocemos a Jim Wise, el mejor amigo de su padre, a punto de entrar en la cárcel, y en la muy tierna
I Can't Live Without My Mother's Love nos cuenta su intenso afecto por su madre de 75 años ("Puedo vivir con cualquier cosa que me tires a la cara / Pero no puedo vivir sin el amor de mi madre").
Keziah Jones: Captain Ragged
Superestrella de la música nigeriana desde la aparición de su primer álbum,
Blufunk Is A Fact (1993), Keziah Jones (1968) tiene una larga trayectoria a sus espaldas en la que se ha dedicado a lo que él mismo ha llamado
blufunk, una mezcla entre blues y funk aderezada por su eléctrica manera de tocar la guitarra a lo Jimi Hendrix y la influencia de la música Yoruba, etnia a la que pertenece. Hijo de una poderosa familia del país, Jones ha sido la oveja negra y disco a disco se ha dedicado a defender apasionadamente su africanidad. En
Captain Rugged adopta el sosias de un superhéroe y en el vídeo del single,
Afronewave, se pone incluso una capa para cantar un himno de funk rock muy poderoso con el que capta el espíritu de lucha de su país. De la experimentación de
Nollywoodoo al soul de
Falling, pasando por la mezcla entre ritmos tradicionales y soul de
Memory, este disco es un triunfo.
Yagoda Galo: Polar
Yagoda Galo homenajea con su nombre a Halle Berry (Yagoda es "berry", fruta del bosque, en ruso y Galo es su versión de Halle) y el disco es una antología de canciones tradicionales y modernas del rico folk de la región norteña de Pomorje, en las costas del mar Blanco y no muy lejos de Finlandia. Tradición que someten a una fantástica renovación valiéndose de exóticos instrumentos como el ruso domra (una especie de banjo), el didgeridoo (una suerte de flautín), además de guitarra acústica, instrumentos de viento y percusión étnica. Es un disco sensacional que va de la alegre melancolía de
Around the Town al jolgorio casi balcánico de
Taya Ledentsem, pasando por el sonido más tradicional de gemas como
By the Sea.
Fredo Viola: Revolutionary Son
Entre el dramatismo del musical de Broadway y el folk, el artista multidisciplinar afincado en Nueva York Fredo Viola crea una música original y extravagante basada en buena parte en una polifonía de melodías vocales creadas por él mismo.
Revolutionary Son es un disco extraño que suena casi a música religiosa contemporánea pasada por el tamiz de un bizarrismo considerable, algo así como música hippie barroca. Es un disco lírico, que desprende una alegría casi "excesiva", al punto de estar cerca de la esquizofrenia o la psicopatía. Recuerda a Micah P. Hinson o Sufjan Stevens pero no se acaba de parecer a nadie.
Tinariwen: Emmaar
Este grupo de tuaregs, en activo desde los 80, disfruta de una enorme fama mundial y está de gira perpetua por Europa y Estados Unidos. Voz mítica de la resistencia de esta tribu del desierto, hace poco el disco de Tamikrest daba también buena cuenta de la enorme fuerza rítmica de su música tradicional cuando se añaden guitarras eléctricas.
Emmaar es más de lo mismo en el buen sentido, temas con un gran músculo y una increíble capacidad hipnótica.
Mac Demarco: Salad Days
A sus 24 años el canadiense Mac Demarco saltó a la escena musical en 2008 y su tercer disco,
Salad Days, es una espléndida muestra de un talento para el blues y el folk en el que brilla un espíritu luminoso y juguetón que lo acerca más a Kurt Vile que a los "grandes depresivos" del género. Demarco da la impresión de pasárselo bien haciendo música y el álbum es un canto a una vida sencilla y libre. Así, en
Brother, nos dice: "Estás muerto si tu mente está controlada de nueve a cinco / tomátelo con calma hermano", y en
Easy anima a "empaquetar y dejarlo todo atrás / empieza de nuevo en otra ciudad". Escuchándole, dan ganas.
King Creosote: From Scotland With Love
Bajo el nombre de King Creosote, el escocés Kenny Anderson ha participado en 40 discos solo o en compañía de otros desde que comenzó a destacar en 1995 convirtiéndose en uno de los artistas más prolíficos del mundo.
From Scotland With Love está siendo el mayor éxito de su trayectoria y es un álbum fantástico en el que el artista explora las raíces de la historia de Escocia entregando un álbum que muchas veces suena a pop melódico y folkie muy al estilo de Belle and Sebastian. Creado como banda sonora de una película sobre Escocia realizada con filmaciones antiguas con motivo de los Juegos de la Commonwealth que se han celebrado allí este mismo año, es un disco precioso.
Toumani y Sidiki Diabaté: Toumani & Sidiki
Sin duda una de las canciones que resuenan con más fuerza en estos tiempos es
Lampedusa, maravilloso tema que el dúo formado por padre (Toumani) e hijo (Sdiki) Diabaté entregan en su primer disco conjunto y que dedican a los tristemente célebres acontecimientos de la isla italiana. Toumani está reconocido como uno de los herederos fundamentales del griot (la tradición oral de África Occidental), así como el más refinado intérprete de kora del mundo, el instrumento tradicional de Mali. Su hijo, Sidiki, es uno de los raperos más famosos de África aunque aquí revela una faceta muy distinta tocando al alimón junto a su padre. Resultado de una refinada improvisación, es un disco de bellísima y sofisticada música tradicional.
Nick Mulvey: First Mind
Músico británico formado en La Habana y especialista en sonidos del Oeste y el centro de África, Nick Mulvey es un gran compositor de canciones que dan cuenta de todas sus influencias con una música que recuerda a la de Eels o Devendra Banhart. El single, el muy pegadizo
Cucurrucu, se ha convertido en un hit mundial y abandera un álbum en el que la música cubana tiene una importante presencia (esa guitarra de Alisa Craig) y donde explora las raíces del country (
I Don't Want to Go Home) o practica un logrado tropicalismo (
Nitrous).
Sia Tolno: African Woman
El afrobeat, ese estilo creado por Fela Kuti que es una mezcla entre música yoruba y funk, por resumir, vuelve a brillar con el cuarto disco de Sia Tolno, una estrella de Sierra Leona reconocida hace poco tiempo en Occidente. Tolno es fiel a las dos "leyes" del Afrobeat: la preeminencia de la música sobre los vocales y las letras políticas conectadas con la dura realidad africana.
African Woman, grabado con el mítico guitarrista Tony Allen, cuya huella es muy visible, es un alegato de orgullo africano en la que tanto le canta al sanguinario revolucionario Charles Taylor en
Rebel Leader todo el odio que le profesa como le dedica una canción a dos inmigrantes que fallecieron por asfixia al ocultarse en el tren de aterrizaje de un avión en
Yaguine et Foude.