Discos

El regreso de Suede y los rostros del rock

27 enero, 2016 01:00


Suede, el grupo que marcó los 90, vuelven a estar en plena forma y triunfan con un disco en el que recuperan su sonido de guitarras afiladas de siempre para llevarnos al terreno del glam rock. Un lugar parecido al que transita el estadounidense Ty Segall en su nuevo disco donde suena más garagero y punk. El rock vive un gran momento con el potente metal de Megadeth y Baroness. El r&b y el hip hop brillan con los nuevos discos de Anderson Paak y Jeremih. Buenos discos españoles con la electrónica de tintes industriales y punks de Fasenuova y el pop rock de Santos.

Suede: Night Thoughts. Pop-rock

Drama, drama, mucho drama. La banda de Brett Anderson que marcó la década de los 90 con discos como Dog Man Star (1995) llevaba tan solo dos años desaparecida pero su disco de regreso después de un largo silencio, Bloodsports (2013), pasó sin pena ni gloria y casi nadie se enteró de que los británicos, efectivamente, habían vuelto. Ahora las cosas son distintas y de repente Night Thoughts es según la prensa británico el gran y verdadero regreso de aquellos herederos de Bowie que abanderaron hace ya 20 años el gran momentum del brit pop. Night Thoughts es Suede en estado puro, esos riffs de guitarra lisérgicos marca de la casa que le dan a su música un no sé qué eléctrico y visceral que dan ganas de lanzarse a la pista de baile. Dice Anderson que nunca volverá a hacer un disco tan bueno como Dog Man Star, es posible, pero en Night Thoughts hay una colección de temas que entusiasmarán a los fans de su espectacular sonido como When You Are Young, la canción que abre el disco en la que Anderson recupera su piel de teenager, o Like Kids en la que cantan "a través de las luces rojas, el ámbar y las silenciosas maniquíes". Viva la purpurina.

Jeremih: Late Nights The Album. R&b

Estrella fulgurante del r&b estadounidense, Jeremih triunfa con su tercer disco, un álbum modélico que entusiasmará tanto a los fans de Michael Jackson como a los aficionados a la música negra más puntera del momento (Miguel) o incluso el hip hop de artistas como Drake o Future, uno de los colaboradores del disco junto a Big Sean o Ty Dolla Sign. Hay momentos de un espléndido clasicismo como Imaptient y otros cercanos a la melancolía de un Young Thug sin olvidar ese Planez junto a J Cole que nos seduce y nos lleva al terreno de Drake.

Fasenuova: Aullidos metálicos. Rock/electrónica

Proyecto de los asturianos Ernesto Avelino y Roberto Lobo con una década de vida, en su tercer disco siguen creando esas canciones espectrales y deliberadamente oscuras que parecen transportarnos a una especie de garage oscuro y humeante tan adecuado para el viaje psicotrópico como para la introspección filosófica. Producidos por Oscar Mulero, su sonido suena más claro y al mismo tiempo tiene la misma capacidad evocadora, es punk, es post punk, es música industrial y es eléctronica, todo a la vez, con un punto garagero y otro hipnótico que da la impresión de crear todo un mundo propio. Hay ecos de Suicide, de la música de la Movida (Le Mode) o de la Velvet en este espléndido álbum.

Archy Marshall: A New Place 2 Drown. Electrónica

Este joven artista de la escena londinense lanza su segundo álbum con todos los fastos tras un debut que firmó como King Creole. A New Place 2 Drown es un disco y es también una pequeña película y un libro de poemas e ilustraciones realizado junto a su hermano mayor. Todo un despliegue de creatividad para crear un álbum de texturas electrónicas que recuerdan un poco a las de James Blake (con un lirismo menos desatado) y que crean una suerte de sinfonía de la desesperación contemporánea y urbana. Marshall canta como si estuviera "en otro sitio" acentuando esa sensación de distanciamiento respecto a la realidad que retrata y el sentimiento de enajenación que inunda todo el disco.



Santos: El sueño del mamut. Pop-rock

Supergrupo español formado por veteranos de la música patria con origen en Barcelona como Jordi Calatayud (Something), Roger Martín (Ultraplayback), Andreu Cunill (Freewheelin Tornados), Alex Vivero (Sol lagarto) y Santos Berrocal y Fluren Ferrer, productores de Sidonie o Love of Lesbian, Santos nos proponen una mirada al pop rock clásico español con un barniz americano a lo My Morning Jacket o The War on Drugs con esas guitarras que llevan al rock hasta terrenos más melancólicos en los que alcanzan mayor profundidad. Santos no solo tocan muy bien, hay buenas canciones como en Calma o Tiempos extraños.

Anderson Paak: Malibu. Hip hop

A este músico de Los Angeles el éxito le llegó tarde y tras pasar por no pocas penalidades: media familia en la cárcel y él mismo fue homeless durante un tiempo. El año pasado Paak finalmente saltó a la fama colaborando en seis canciones del álbum Compton de Dr. Dre y publicando su debut, Venice, con buenas críticas. Su segundo disco se lo dedica a otra playa de su ciudad, Malibu, consagrándose como una de las grandes voces de la escena de la ciudad californiana. A medio camino entre el hip-hop, el soul y el sonido "California", Eagles incluidos, Malibu destila glamour y verdad en su audaz aproximación a la ciudad con cierta ironía, como si fuera un mito inalcanzable y al mismo tiempo una dolorosa realidad. Es música definitivamente elegante con un toque del disco de los 80s como en Am I Wrong? con más calado del que quizá parece a primera vista.

Megadeth: Dystopia. Metal

Después de 30 años en activo, esta banda de Los Angeles son una leyenda de la música y con su disco número 15 están consiguiendo algunas de las mejores críticas de su trayectoria. Con los años se han ido cayendo muchos miembros de la banda hasta convertirse en el proyecto icónico de su líder, David Mustaine. Dicen los expertos que Megadeth regresa aquí a sus orígenes con la sana voluntad de volver a hacer mucho ruido con un disco claramente político en el que pintan un panorama casi apocalíptico en el que la tecnología se ha convertido en una nueva forma de esclavitud. Regreso o no a las raíces, Dystopia suena contundente y seductor con esas guitarras eléctricas enloquecidas que no dan tregua desde el arranque de la primera canción, The Threat is Real (La amenaza es real), para apabullarnos tema sí tema también. Dice Mustain que incluso se estaba planteando si contratar a un bajista para la grabación...

Villagers: Where Have You Been All My Life? Indie folk

En este disco el músico irlandés Conor O'Brien repasa los logros de sus discos publicados con su banda Villagers partiendo de la premisa de grabarlos todos de una sola sesión en un estudio con nuevos músicos como Richard Woodcraft de Radiohead. La idea es que las canciones tengan al mismo tiempo la inmediatez del directo en formato acústico. Villagers tiene una carrera corta y este "grandes éxitos" quizá es un poco prematuro pero nos permite redescubrir el talento de uno de los artistas más sensibles y talentosos de la nueva hornada que llega de las islas. Las canciones suenan más rabiosas y contundentes que en los preciosistas álbumes y vuelve a quedar claro que O'Brien va a marcar el futuro inmediato.

Baroness: Purple. Metal

A este grupo de Georgia le gusta poner nombres de colores a sus discos y después de un disco rojo, otro azul y uno amarillo y verde, llega el turno al púrpura. De entrada, lo más sorprendente es que hayan escogido a Dave Fridmann para la producción, el hombre que ha hecho maravillas con bandas indies como The Flaming Lips o Mercury Rev y que aquí transita por los caminos del rock duro aportando su conocido talento para la épica. Grabado después de un accidente en el bus que los transportaba durante su última gira, en el que hubo nueve heridos graves y provocó que algunos miembros se marcharan, es un disco más melódico sin dejar de ser metal en el que John Baizley, el líder, busca nuevos caminos y se deja ayudar por esas líneas psicodélicas obra de Friedmann.

Ty Segall: Emotional Mugger. Pop-rock

Entre el glam rock y el punk, el músico de San Francisco Ty Segall sigue lanzando discos de forma generosa (solo en 2012 produjo tres) y nos seduce con Emotional Mugger ("atracador emocional") donde suena más garagero que nunca en lo que pretende ser una reflexión sobre las relaciones sentimentales en la era digital a partir de las relaciones entre dos tímidos, Mandy Cream y Candy Sam, a quien dedica sendas canciones. Hay bastante de Bowie y mucho de Marc Boland (a quien acaba de dedicar un disco con versiones de sus canciones como T Rex) en este álbum que suena deliberadamente vintage y "sucio" como si realmente hubiera sido grabado a pelo y donde Segall incluso flirtea con el metal como en Diversion.

@juansarda