Lauda

Muy hermoso y oportuno disco, que nos permite adentrarnos en el rico e inabarcable mundo compositivo de Juan Hidalgo (1614-1685). En este amplio puñado de tonos humanos y villancicos y en sus transposiciones "divinas", una mínima parte de la gigantesca obra del músico madrileño, se contienen, según se nos indica en la notas que lo acompañan, hasta once recuperaciones musicológicas y primeras grabaciones mundiales, lo que no es cualquier cosa.



La sapiencia e inspiración de Juan Hidalgo se extiende por todos los géneros, también a las obras de cámara instrumentales, en donde brilla un magnífico arte para el contrapunto, básico en la construcción de pequeñas estructuras de gran complejidad que giran en torno a un estribillo. Un magnífico ejemplo de todo ello es el tono humano a cuatro voces Al dichoso nacer de mi Niño, que utiliza una entrada con dos temas, combinando pasajes en contrapunto imitativo y en estilo fugado con otros homofónicos.



La excelente grabación es inmaculada desde el punto de vista interpretativo. Las cinco voces solistas, más allá de alguna que otra estridencia, cantan bien ensambladas. Los ocho instrumentistas bordan su cometido impulsados por la férvida mano de Albert Recasens. La publicación se enriquece con un espléndido y amplio libreto escrito por los musicólogos Carmelo Caballero y Mariano Lambea y el especialista en arte José María Prados.