Atención Tsunami, Papa Topo, Lidia Damunt y Delorean

La música española de calidad sigue batallando desde el indie por hacerse un merecido hueco en los grandes medios, entregados a espúreos revivals televisivos y cantantes de medio pelo. Destacamos como disco del año a los madrileños Atención Tsunami, quienes logran una poderoso disco de indie rock con toques electro con Silencio en la retaguardia. Barcelona marca el ritmo con grandes discos de Manel, que avanzan pletóricos hacia la excelencia, o el jovencísimo Papa Topo con el muy pop y muy divertido Ópalo negro sin olvidar la exquisitez del veterano Sisa. Los gallegos Triángulo de amor bizarro vuelven a triunfar con su muy personal punk y de Granada nos llega el demoledor hardcore de Viva Belgrado. Excelentes nuevos trabajos de Delorean, que prosiguen su andadura en el pop electrónico, el siempre delicioso y profundo Nacho Umbert sin olvidar la garra de la murciana Lidia Damunt.



Atención Tsunami: Silencio en la retaguardia





"Con pocos medios y muchos miedos/ con poco ruido y muchas nueces" cantan en Hoy es un buen día para morir . Tercer álbum de estos jóvenes afincados en Madrid que surgieron de las cenizas de Healthcontrol y que en tiempos recientes también nos han seducido con proyectos paralelos como Incendios o Paracaídas. Aunque solo fuera por el single, la magnífica La ira de Kaplan, ya valdría la pena este álbum porque es una de las mejores canciones del año, en la que logran de forma asombrosa crear un paisaje turbulento y enloquecido de guitarras y al mismo tiempo una casi perfecta canción pop en la que desprenden la misma frescura e ironía que en el resto del álbum sin olvidar el guiño a Yo La Tengo, la banda neoyorquina que es una influencia obvia aunque los madrileños logran darle una gran personalidad a sus composiciones. Es un disco curioso en el que por una parte la banda da credenciales de banda culta con unas letras sofisticadas y refinadas pero donde también brilla en todo momento el sentido del humor y la facilidad para crear melodías pegadizas con un tono épico in crescendo que por momentos recuerda los británicos 1975 aunque nunca pierdan unas gozosas raíces en grupos patrios de los 80 como Parálisis Permanente o incluso Alaska con esos arreglos electrónicos que le dan a su música un gran groove. No hay que perderse canciones como El algoritmo de la noche, donde logran ser épicos y al mismo tiempo muy divertidos, o en canciones tan bien construidas como esa Hagamos un circo con animales del pasado.



Manel: Els millos professors europeus

Los catalanes Manel bien podrían ser el mejor grupo de pop (y de cualquier género) de España y en su nuevo disco, Jo competeixo, están magníficos. Siempre han tenido un pie en la tradición de la música mediterránea y otro en la vanguardia del pop y el rock y siempre han sido grandes contadores de historias y en este disco suenan aún más ácidos y punzantes a la hora de reflejar una realidad en crisis donde abundan los bandidos de la vieja escuela (BBVA, Sabotatge), guiños a la música sudamericana en la luminosa La serotonina o gemas pop de autoestima como la fantástica M'hi vaig llançar o esas fábulas de fracaso personal que tanto les gustan como Les cosines, excelente arranque del álbum.



091: Maniobra de resurrección

Como dice la canción, no estaban muertos, estaban de parranda. Banda mítica de la mítica escena española de los 80, cuando la música mainstream española era pop rock de calidad y no música de Miami electrolatina, los granadinos 091 se volvieron a reunir después de veinte años para una gira por toda España que agotó las entradas en todas partes en cuestión de un abrir y cerrar los ojos. Casi los últimos representantes de una etapa de esplendor del rock español que llenaba estadios. ¿Qué fue del siglo XX?, su himno, sigue sonando como una canción emblemática de esa España que alcanza la democracia y sueña con un futuro mejor tras el apagón franquista o esas baladas guitarreras como la de antes como La canción del espantapájaros con esas letras generacionales que se cantan a voz en grito.



Lidia Damunt: Telepatía

La murciana Lidia Damunt lleva desde finales desde la pasada década, cuando publicó Lidia Damunt en la isla de las bufandas, sorprendiéndonos con la frescura y el talento de una voz contracorriente en la que rescata la tradición de las cantautoras con unas canciones sencillas y contundentes en las que su guitarra es siempre la base y donde Damunt logra emocionar con su música directa y sin impostaciones. Telepatía apuesta de forma clara por una suerte de minimalismo austero en el que hay menos adornos que nunca (la guitarra y punto). Y brilla con temas que apenas alcanzan los dos o tres minutos como en la tradición del punk en las que la artista se muestra más punzante, divertida y por momentos más sublime que nunca. Hay grandes canciones como La caja o Bolleras como tú.



Delorean: Muzik

A principios de la década, los vascos Delorean lograron un amplio (y no muy habitual para la música española) reconocimiento internacional gracias a un álbum de electrónica como Subiza, que los extranjeros llamaron "balearico" o "lo fi punk". Con una larga trayectoria a sus espaldas que comenzó en el año 2000, Delorean se ha tomado tres años para grabar su siguiente disco porque según ellos mismos no querían prisas ni presiones. Muzik sigue fiel a su estilo, que no está tan lejos de lo que hace The XX, una suerte de pop electrónico con mucho groove y atmósferas "espaciales" en un álbum seductor en el que la huella de New Order sigue muy presente en el que encontramos joyas para la pista de baile como la canción que da título al disco o esa muy popera Both.



Papa Topo: Opalo negro

Primer disco de la banda liderada por el mallorquín afincado en Barcelona Adrià Orbero, Papa Topo llegan al LP después de una serie de sencillos como el chispeante Oso Panda, la vitamínica Lo que me gusta del verano es poder tomar helado o la lírica En un momento que han cimentado su bien ganada celebridad en el indie. Disco ambicioso y fantástico, Opalo negro supone un viaje por las raíces musicales del propio Orbero que sin apartarse del pop se acerca con pericia y talento a sonidos como el de la Movida madrileña (Opalo negro, donde homenajean a Alaska o Chico de Plutón, más a lo Parálisis Permanente) o la música mediterránea de sus orígenes isleños (Devall ses flors de taronger o la preciosa Joana que cierra el disco). Papa Topo hacen pop con personalidad, con un pie en la tradición española del Festival de Benidorm y otro en la eclosión del pop naïf de los 90 (no en vano publican en Elefant) exhibiendo al mismo tiempo personalidad, sensibilidad y una voz original.



Sisa: Malalts del cel

Jaume Sisa tiene 68 años y lleva en activo desde los años 60 cuando se convirtió en un emblema de la contracultura. Conocemos el estilo del músico, a medio camino entre la música mediterránea, un cierto surrealismo y la experimentación y Sisa nos conmueve en este álbum de marcado tono lírico en el que sigue brillando como gran compositor de canciones y contador de "pequeñas historias" como en el precioso tema que abre el disco y lo titula, u otras como esa El nen de aire arrabalero o el Spoken Word de Els anys. Dice Sisa que los "malalts del cel" (enfermos del cielo) son aquellos que no pueden evitar soñar despiertos y este álbum es un bonito homenaje a aquellos que los catalanes llaman "somniatruites" porque no hay sueños malos. Colaboran Pau Riba, Marinna Rossell o David Carabén.



Nacho Umbert: Familia

Publicado en los últimos días de diciembre del año pasado. Compositor de una de las mejores canciones españoles del siglo, Colorete y quitasueño, Nacho Umbert es un músico que va a su aire y cinco años después de su último disco reaparece con la discreción habitual para reafirmarse como una de las voces esenciales de la música de nuestro país. Umbert ya no va con la "compañía" pero sigue colaborando con Raúl Refree y en este disco nos sigue contando canciones casi como si fuera un susurro en la que nos habla de almas desnudas en la intemperie. Umbert tiene una forma de cantar muy particular, al mismo tiempo muy lírica y emocionante que parece entonada como si nos lo estuviera contando en el salón de casa. Hay mucha belleza en canciones como Fruta prohibida, con esa sensibilidad a flor de piel que nos deja desarmados, o en el noise pop de Luz artificial. Siempre ha sido un músico con sentido del humor que brilla en canciones como Por todos los paraguas de Inglaterra, con esa melodía juguetona, o Que lo sepa Cary Grant. Hay algo de Beck y hay algo de Sisa en Umbert, el genio oculto de la música española.



Viva Belgrado: Ulises

Grupo formado por unos jóvenes cordobeses liderados por Cándido Gálvez, los amantes del hardcore tienen una cita con su segundo disco, en el que queda claro que están dispuestos a hacer todo el ruido que haga falta pero donde también nos sorprenden y seducen con un desatado lirismo que dialoga de forma suntuosa con esas guitarras enloquecidas. Entre el hardcore, el punk y una cierta querencia por los paisajes sentimentales del postrock, quizá lo más sorprendente de este disco es lo buenos intérpretes que son y la personalidad que logran dotar a unas canciones que rezuman toda la vitalidad, potencia pero también melancolía de la juventud.



Triángulo de amor bizarro: Salve discordia

Sin duda uno de los mejores grupos del panorama nacional, los gallegos Triángulo de Amor Bizarro llevan más de una década dando guerra y con Salve Discordia siguen demostrando que son un nombre esencial dentro del panorama nacional. Sin irse muy lejos de ese noise rock que los caracteriza, el disco suena más brutal y contundente que nunca alcanzando una suerte de virtuosismo rockero que los acerca al dominio de unos Sonic Youth y es insólito en nuestro país, donde es raro encontrar grupos que sepan crear sinfonías con guitarras eléctricas. Arranca con Desmadre Estigio, casi un lamento que nos lleve al sonido de Nueva York, para seguir con una canción de desmadrado garage como la muy lograda Gallo Negro se Levanta. El humor mordaz siempre ha formado parte de su trayectoria y es brillante su reinterpretación del pop patrio de los 90 al estilo Fresones Rebeldes en la fabulosa Barca Quemada. Siguen usando la electrónica cuando les conviene, como en la fabulosa Baila Sumeria, donde hacen un hit que reventará las discotecas indies, y crean una canción de pop rock patrio con reminiscencias de la Movida en Nuestro Siglo Fnord.



@juansarda