Escena de Le Malentendu de Panisello

Fabián Panisello estrena este lunes en los Teatros del Canal su ópera multimedia basada en la pieza teatral del escritor francés. El libreto, fidelísimo con la literalidad camusiana, lo firma Juan Lucas. Walter Kobera dirige a la Orquesta Sinfónica de Madrid en una puesta en escena de Christoph Zauner.

Le costó dos años a Fabián Panisello dar con Le malentendu de Albert Camus. En ese tiempo no dejó de buscar el texto apropiado para su debut en la ópera, que le había brindado el encargo del Teatro Colón de Buenos Aires. Fue Juan Lucas quien se lo puso delante. Y Panisello se dio cuenta de que esa terrible parábola sobre la incomunicación y la violencia (que siempre se vuelve contra quien la ejerce) era el territorio sobre el que quería levantar su arquitectura musical. "Fue algo así como buscar casa", recuerda el director, compositor y actual director de la Escuela de Música Reina Sofía de Madrid.



Su trabajo ya se ha visto/escuchado en la sala bonaerense. Ahora llega, con nueva puesta en escena firmada por Christoph Zauner, a los Teatros del Canal, donde está programado para los próximos días 20, 22 y 23 de marzo (con las entradas agotadas desde hace tiempo). "Me interesa mucho su combinación de tragedia y thriller con un poso filosófico. Y la riqueza psicológica de los personajes. Además, cada frase es perfecta", explica a El Cultural. El respeto a esa perfección ha sido máximo en todo momento. De hecho, Juan Lucas, que a la postre acabaría escribiendo el libreto, no ha tocado ni una sola palabra de Camus. Su labor se ha limitado a cortar hasta dejar la obra original en un tercio de su extensión. Y además ha mantenido el "francés frío, seco, exacto, pero al que Camus -apunta Lucas- consigue dotar de una inexplicable y sobrecogedora belleza".



Le malentendu, escrita en 1944, rezuma un existencialismo inclinado al absurdo, avivado en el autor francés por los horrores de la II Guerra Mundial. Camus desarrolló una historia que ya había sacado a relucir en El extranjero: la del joven Jan, cuyo plan de reconciliarse con su hermana y su madre, a las que había abandonado años atrás, desemboca en un terrible desenlace donde resuenan ecos de la tragedia clásica griega y los melodramas líricos italianos. En 2013, el CDN exhibió la versión de Eduardo Vasco protagonizada Cayetana Guillén Cuervo. El montaje conectó tan bien con el público que las Naves del Español la repusieron una temporada despúes, con llenazos a diario. Panisello, que también se acercó a ver esta adaptación ‘canónica', intenta profundizar "de otra manera" en la mente de los personajes a través de la música. A cada uno de ellos les dedica un interludio instrumental, que suenan asociados a proyecciones de vídeos, contribuyendo así a perfilarlos con más nitidez y más matices.



Amplio espectro vocal

El compositor bonaerense también ha querido imprimirles un alto grado de veracidad. Algo que intenta conseguir recurriendo a una amplia gama expresiva que oscila entre el canto y el habla. Pretende evitar que la gente tenga la sensación de artificio y desconecte. "El público hoy tiene, aparte de la ópera, una experiencia acumulada en otras formas dramáticas que hay que tener en cuenta para poder transmitirle cierto realismo. Sólo así podrá sentirse apelado por el texto que se está diciendo o cantando. El canto, el speaking acting, el parlato y el sprechgesang son formas artísticas de decir un texto pero manteniendo la vinculación con él. Además, he optado por una estructura silábica en lugar de melismática, porque quiero que todo se entienda perfectamente", señala Panisello, formado en el Mozarteum de Salzburgo y colaborador en su día de popes de la vanguardia como Stockhausen, Berio y Boulez.



Panisello también echa mano de la electroacústica. Estuvo varias semanas encerrado en el laboratorio del Centro Nacional de Creación Músical de Niza experimentando con timbres y efectos armónicos. "Elaboramos -dice- nuevos instrumentos electroacústicos que luego se proyectan con un keyboard y se entremezclan con los acústicos. Por ejemplo, para el viejo mayordomo [encarnado por el actor Dieter Kschwent] creamos uno sonido ultragrave, que suena cada vez que aparece en escena, una veces de una manera más explícita y otras más subliminal". La presencia muda y pétrea de esta figura clave en la trama aumenta así su carácter inquietante. El encargado de manejar todas esas capas sonoras será Walter Kobera, que dirigirá a la Orquesta Sinfónica de Madrid, la titular del Teatro Real (coproductor, por cierto, del montaje) y a los cantantes Kristjan Johannenson (Jan), Gan-Ya Ben Gur Akselrod (Marie), Anna Davidson (Marie) y Edna Prochnik (Madre). Todos sincronizan esfuerzos en esta ópera multimedia de Panisello/Lucas que devuelve a nuestros días el mensaje radicalmente humano de Camus.



@albertoojeda77