Juan Calot y Olalla Escribano en Maniobras

En Maniobras, última pieza de Eduardo Galán que estrena el director de escena Mariano de Paco Serrano en el Teatro Fígaro de Madrid el próximo lunes, día 24, se cuenta una historia basada en hechos reales. El texto surgió a partir de una noticia de un juicio por abuso de poder en el ámbito militar que apareció en prensa en el año 2002. "Apenas comienza la trama", explica Mariano de Paco, "uno de los personajes, al observar una fotografía, dice: tiene algo, tiene duende. Y yo creo que esta obra de Eduardo Galán también lo tiene. Lo percibí en una primera lectura en privado y, posteriormente, lo pude confirmar en las reacciones del público y la generosidad con la que sus intérpretes se enfrentaron a un semi-montaje del texto".



Militares frente a actores.

La obra se centra en la relación de dos personajes, Belén y David: una pareja feliz y distendida que sueña con hacer posible sus planes de futuro en común. Sin embargo, la realidad más dura acabará imponiéndose y los dos jóvenes serán víctimas de un abuso de autoridad en ámbitos tan diferentes como el militar, por un lado, y el teatral, por otro. A partir de aquí, las historias procedentes de estos dos ámbitos aparentemente tan dispares comenzarán a entrelazarse hasta conducirnos a la destrucción de la pareja y al hundimiento humano de Belén.



"Con Maniobras me gustaría emocionar" , confiesa Galán, "entretener en el sentido más profundo, mover a la reflexión y mostrar al espectador que el mundo de hoy, de ayer y de siempre sigue permitiendo el abuso de poder como forma de relación laboral entre los dominantes y los dominados. Sólo la integridad personal, la seguridad en uno mismo y la confianza en transformar la sociedad podrá evitarlo", afirma el autor. Así pues, nos encontramos ante una comedia que no es puro entretenimiento, sino que tiene objetivos más ambiciosos, como ya demostró el autor en títulos precedentes (La curva de la felicidad, Felices 30, La mujer que se parecía a Marilyn y Tres hombres y un destino): "Con la escritura teatral busco rozar la piel del alma del espectador, lograr emocionarle e incluso, en algunos momentos, provocarle la risa, modificar sus estados de ánimo, inducirle a la reflexión o a la distracción".



Y es que, como dice Mariano de Paco, en el teatro de Galán "se cuentan historias actuales en las que se puede sonreír y pensar. No es incompatible. Tragedia comercial. Historias que divierten y que, si hay predisposición para ello y se tiene ganas, invitan a la reflexión".



El espacio escénico y la iluminación corren a cargo de Antonio Llamas y de David de Loaysa, y en el reparto nos encontramos con Manuel Gallardo, Juan Calot, Olalla Escribano y Alejandro Arestegui.