El elenco de Falstaff

Falstaff es un personaje que atraviesa la serie histórica de Shakespeare Enrique IV (I yII parte) y Enrique V. El Centro Dramático Nacional le dedica una obra, dirigida por Andrés Lima y que estrena hoy en el Valle-Inclán de Madrid.

La riqueza y profundidad de los personajes de Shakespeare no tienen parangón con los de ningún otro dramaturgo. Falstaff, el bufón que acaba engullido por los supremos intereses del monarca cuando su querido amigo de francachelas, el futuro rey, se ciñe la corona, es el que ahora nos ocupa, ya que el Centro Dramático Nacional le dedica una producción.



El director del espectáculo, Andrés Lima, define a Falstaff como "un señor muy gordo al que le gusta el buen vivir, la buena mesa, las mujeres, los amigos y el teatro". Habla de él con admiración hacia el personaje que aparece en las obras históricas de Shakespeare Enrique IV (I y II parte) y Enrique V, así como en Las alegres comadres de Windsor. "No sé como pensaré dentro de unos años, pero ahora es alguien a quien respeto muchísimo porque es un vividor, una persona que hace lo que tenga que hacer para sobrevivir y, a la vez, es alguien que cree en los hombres". Para Marc Rosich, que firma la adaptación con Lima, el personaje introduce el tema del "autoengaño y la supervivencia de todos los que se apartan del canon y son estigmatizados por su diferencia, ya sea uno obeso mórbido, alcohólico empedernido o viejo senil".



Hablar de nuestro tiempo.

Asunto importante para Lima es servir un espectáculo en el que los espectadores se sientan concernidos. Cree que Shakespeare, al situar la obra dos siglos antes de su época, "lo que pretende es precisamente hablar de su tiempo, asolado por guerras civiles y por enfrentamientos por el poder en el que la dialéctica del amigo-enemigo y del estado de guerra permanente es la tónica". Como sigue ocurriendo ahora, piensa él, por lo que el montaje comienza con el título "Inglaterra, 1403, aquí y ahora".



En la versión, Rosich se ha ocupado "de contemporaneizar los textos, pues hay algunas partes que chirrían y otras que son intraducibles". Como el monólogo de Doña Rauda, interpretada por Carmen Machi, que es todo un juego de palabras que prácticamente ha sido escrito de nuevo. Del resto, Rosich "ha actualizado el verso blanco de la corte, mientras que ha dejado igual de bella y valiente la prosa de la taberna, un contraste maravilloso con el que Shakespeare rompió las costuras del inglés", sentencia Lima.



El montaje incluye, además, un personaje que hace las veces de narrador. Es el propio Lima, que no subía a las tablas desde que hiciera similar papel en Hammelin hace cinco años. "Me gusta que haya un personaje que cuente el cuento, que haga que la obra sea mágica e imprevisible y permita cambios diarios en el escenario". Así, por ejemplo, la parte bailada del montaje no es una creación coreográfica definida, sino una danza improvisada que cada actor interpreta a su antojo. Por otro lado, Lima ha bajado el escenario al nivel de las butacas.



Para el espectáculo, Lima ha reunido un elenco numeroso y variopinto, que ha caracterizado con un aspecto estrafalario: a Pedro Casablanc, que interpreta al orondo personaje, le acompañan Chema Adeva, Raúl Arévalo, Jesús Barranco, Sonsoles Benedicto, Alfonso Blanco, Alfonso Lara, Carmen Machi, Rebeca Montero, María Morales, Rulo Pardo, Ángel Ruiz y Alejandro Saá.