Miguel del Arco recibió anoche un importante espaldarazo a su carrera en la decimocuarta edición de los Premios Max de las Artes Escénicas. Tanto él como su socio en Kamikaze Producciones, Aitor Tejada, así como el equipo técnico y artístico de su último proyecto, La función por hacer, sumaron hasta siete galardones: Mejor Espectáculo de Teatro, Mejor Adaptación de Obra Teatral, Mejor Director de Escena, Mejor Empresario o Productor Privado de Artes Escénicas, Mejor Actriz de Reparto (Manuela Paso), Mejor Actor de Reparto (Raúl Prieto) y Mejor Diseño de Iluminación (Juanjo Llorens).

Con semejante palmarés, La función por hacer confirma sobre el podio el éxito que ha tenido sobre las tablas, con un montaje innovador y un plantel de actores jóvenes, los mismos que ahora representan en La Abadía una adaptación de Veraneantes, de Gorki.

Por su parte, Francisco Nieva, que recibió hace tres semanas el Premio Valle-Inclán de Teatro, se alzó con el premio al Mejor Autor Teatral en Castellano, por su obra Tórtolas, crepúsculo y telón.

Pegados, de The Kaktus Music Corporation, fue seleccionada por el jurado como Mejor Espectáculo de Teatro Musical, y por esta misma obra, Joan Miquel Pérez como Mejor Director Musical.

En la categoría de danza, Israel Galván se llevó el premio al Mejor Intérprete Masculino de Danza por La lucha libre vuelve al Price y la compañía de Víctor Ullate, el de Mejor Espectáculo por Wonderland (El país de las maravillas).

Fuera de la competición, el crítico, promotor, ensayista y dramaturgo José Monleón fue homenajeado con el premio Max de Honor por toda una vida dedicada a la promoción del teatro.

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