Charo López y Javier Gurruchaga protagonizan Carcajada salvaje, de Christopher Durang, una función que llegará al Teatro Bellas Artes de Madrid este viernes, 26 de agosto, tras su estreno en el Teatro Palacio Valdés de Avilés este mismo mes.
La obra, dirigida por Josep Costa y que se presenta como un homenaje al teatro del absurdo, narra la historia de un hombre y una mujer en una ciudad. No se conocen, pero después de un encuentro casual poco afortunado, acaban respirando juntos, riéndose de si mismos y de todo, e intentando hacer reír con ellos.
Charo López ya representó este texto hace 18 años. "En ese momento era extraordinariamente moderna, no hablábamos con cotidianidad de la capa ozono y otras cosas. Pero con los años así ha sido. Ahora la siento como una comedia más próxima", ha afirmado la actriz en declaraciones a Europa Press.
El productor del montaje, Jesús Cimarro, leyó esta obra y organizó la compañía. "Él sabía que yo la había hecho junto a Abel Vitón entonces, pero claro en estas cosas no nos guardamos la vez", ironiza.
La función, según la actriz, cuenta la historia de "dos seres humanos que suben a un teatro para hablar de sus problemas, a hacer una suerte de terapia, algo muy habitual en Nueva York y en otros muchos lugares del mundo. Hablan de su patología pero, en el fondo, hablan de la de todos".
Trabajar junto a Javier Gurruchaga en esta obra (que podrá verse hasta el 6 de noviembre en Madrid) ha sido estupendo para ella. "Es un actor que tiene una enorme energía para dar a todo el equipo y al público. Posee un talento enorme, es muy simpático, muy bondadoso y me siento feliz con él. Es un niño grande, y de pronto le dan ataques de pasión y quiere que le beses muchísimo", desvela.
En su opinión, el mundo actual "va evolucionando, creciendo y progresando pero también va para atrás y uno no asiste a todo esto porque está en sus pequeñas cosas, miserias y egoísmos", reconoce.
En este sentido, cree que en España "necesitamos llorar, callarnos, escuchar, dormir y comer bien... algo que, por suerte, podemos hacer. En otros países no es así, como en África. Y reírnos es parte de la condición humana, dicen que es muy sano. Creo que la personalidad no cambia por la crisis, aunque claro, hay familias que se ríen ahora mucho menos. Pero la obra no va por ahí", aclara.
Respecto a la sinceridad que desgranan los personajes a lo largo de la función, Charo López recuerda que "todos ocultamos aquello que creemos que nos va a minimizar y deseamos ser perfectos, pero somos como somos y tratamos de ocultarlo. A veces eso sale mal y a veces peor", asegura.
Personalmente, la actriz confiesa haberse "arrepentido mucho" por carcajadas inoportunas. "En entierros, en el colegio... me río continuamente y me he llevado algún disgusto", dice. Sin embargo, no renuncia a ello y le encanta reírse con sus amigos y con el cine (Buster Keaton, Cantinflas, El Gordo y el Flaco, Chaplin, Jerry Lewis...). También me río de mi", apunta.
Bien conocida por sus trabajos no sólo teatrales sino también cinematográficos y televisivos, en estos momentos, Charo López no duda en afirmar que está "loca por hacer una serie de televisión". "Yo ya hice mucho Estudio 1 y otras cosas pero ahora los medios son muchos mejores", señala añadiendo que lo que más le interesa "es el texto y luego el director y los actores".
Con el paso de los años, la actriz ha aprendido a aceptar sus cambios físicos pero está convencida de que también se gana "serenidad, inteligencia y sabiduría para andar mejor por la vida". "Miras menos el qué dirán, lo cual es una liberación", concluye.