Los actores Roberto Mori y Nuria García

'Picas' es lo nuevo de Robert Lepage, una obra concebida para escenarios circulares que se estrena en el Circo Price de Madrid este miércoles. En su elenco figuran dos actores españoles, Nuria García y Roberto Mori, que cuentan a El Cultural su experiencia con el director.

Uno de los grandes privilegios de la 29 edición del Festival de Otoño en Primavera es poder ver el nuevo espectáculo de Robert Lepage, genio indiscutible de la escena internacional a quien esta muestra guarda fidelidad desde que en 1997 lo presentara por primera vez en Madrid con su extraordinario Elsinor. Para esta edición se ha reservado el estreno mundial de Picas, primera obra de la tetralogía que prepara inspirada en los naipes y en cuyo reparto figuran dos actores españoles: la valenciana Nuria García y el madrileño Roberto Mori.



La obra está concebida para ser representada en escenarios circulares, ya que nace de una propuesta que Lepage recibió de The 360° Network. Es ésta una red que integra a teatros de varios países con escenarios circulares, entre los que figura el Price de Madrid, y que fue creada para impulsar producciones que se adapten a las dificultades tecnológicas y las peculiaridades arquitectónicas de estos teatros. La idea es crear un repertorio de espectáculos que luego puedan compartir estos espacios.



Picas dura tres horas y se ambienta simultáneamente en dos ciudades: Las Vegas y Bagdad. "Son dos ciudades que han sido erigidas en lugares desérticos", explica Nuria García. "Las Vegas es como una caricatura del mundo occidental, mientras el Bagdad que presentamos vive los momentos del bombardeo ordenado por Bush en nombre de la democracia". Con un elenco internacional de seis actores (dos españoles, dos canadienses, un alemán y un inglés), el director vuelve a contarnos una historia multicultural sobre el ser humano, interpretada en tres idiomas.



Los dos actores españoles explican que llevan trabajando en la obra desde hace dos años, aunque de forma interrumpida: "Si cuento los días que hemos dedicado a los ensayos diría que dos meses y diez días, pero pienso en la obra todos los días desde hace dos años, cuando Lepage me llamó. Entonces sólo tenía una idea". Y ¿cómo hace crecer Lepage un espectáculo? "No tiene una fórmula. Lo primero que hace a partir de una idea vaga es reunir la energía que necesita, o sea, a los actores que pueden dársela. No hace castings, sino que busca al artista que encaja con su forma de entender el teatro, tiene que haber una comunión entre ellos. Para él los actores son dramaturgos que le ayudan a escribir la obra, pero él no sigue un método, sino que se guía por su intuición", explica Mori.



Incubadora en La Caserne

Los intérpretes conocieron a Lepage cuando vino a España para dirigir La celestina con Nuria Espert en 2004. Mori le admiraba tanto que se propuso llegar hasta él como fuera y acabó trabajando en la producción, al igual que Nuria García. A partir de ahí han viajado en varias ocasiones a Canadá, a La Caserne (en Quebec), un antiguo parque de bomberos reconvertido en cuartel general de Lepage que la actriz define como "una incubadora donde convivimos artistas de diferentes nacionalidades con una sala de ensayos maravillosa".



Durante el tiempo que han estado allí, sus jornadas han sido intensas: de nueve de la mañana a 13:30 horas. Después, Lepage no les volvía a convocar hasta las 19:00, en sesiones que se prolongaban hasta las 22:30. Pero matiza Nuria: "Todo el tiempo de la sobremesa y la tarde es para que los actores trabajemos entre nosotros, especialmente aquellas escenas que compartimos, y luego volvamos a la sala de ensayos con nuevas propuestas". Se sienten muy afortunados, saben que están con un genio de la escena: "Con él siempre te tiras a la piscina. Tiene un concepto del teatro que va más allá del que manejan los directores al uso. Lo habitual es que estos te ordenen lo que debes hacer, pero en muchas ocasiones él no sabe lo que quiere y deja que improvises y le ofrezcas ideas. Es muy receptivo, siempre se adapta a tus posibilidades interpretativas, para acabar exprimiendo la esencia de tu trabajo", explica Mori. Y añade: "Concibe los espectáculos como un work in progress, de forma que nunca están acabados. Hasta la última semana antes del estreno no fija los textos. De hecho, para esta obra sabemos que nos tocará improvisar en el estreno. Eso, como artista, te permite estar muy abierto a la evolución del espectáculo". Para Mori Lepage es una especie de alquimista de la escena: "Coge lo que el actor le da, lo transforma y comienza a construir la obra".



El sorprendente tratamiento visual de sus espectáculos sólo es posible a través de un gran soporte técnico en manos de unos colaboradores sobresalientes. Así lo confirma esta pareja: "Su equipo técnico es maravilloso", dice la actriz valenciana. "Son como los antiguos titiriteros, capaces de inventarse el artilugio adecuado para resolver cualquier problema o imprevisto que se plantea. Aunque lo fundamental es que llevan el pulso de la función totalmente compenetrados con los actores".