Se llegó a temer por que la crisis finiquitara el Festival de Almada, el certamen internacional de teatro más importante de Portugal. Pero, contra todo pronóstico, este año su programación exhibe fuerza y atractivo. La ciudad, frente a Lisboa y situada en la orilla izquierda del Tajo, acoge la muestra hasta el 18 de julio. Israel Galván la inaugura con La edad de oro, mientras el director alemán Peter Stein, que ofrece una lectura musicada del Fausto de Goethe, es uno de los platos fuertes.



Entre las compañías lusas destacan la de Luis Miguel Cintra (Sueño de la razón, inspirado en textos de Voltaire, Diderot y Sade) y la del Teatro Nacional Sao Joao de Ricardo Pais (El mercader de Venecia). De los montajes extranjeros merecen mención especial el galo Que faire? (le retour), la mejor pieza exhibida el pasado año según el público, +-O de Marthaler, The day before the last day, a cargo del Teatro Nacional de Israel y la Comedie de Reims, Nora por el colectivo belga TgStan, Abito (versión del Libro del desasosiego) y Murmures, lo último de Victoire Thierrée-Chaplin.