Rodrigo Arribas en El castigo sin venganza.

La Fundación Siglo de Oro (RAKATá) celebrá su X aniversario en el Canal con dos obras de Lope: El perro del hortelano y El castigo sin venganza. En esta década han pasado de ser unos cómicos de la legua a una compañía clave en la difusión del repertorio clásico. A finales de año empezarán a ensayar Mujeres y criados, comedia recién descubierta del Fénix de los Ingenios.

La RESAD es como un claustro materno que arropa y ahorma la ebullición de los jóvenes actores. Todos sueñan con comerse el mundo a la salida. El problema es que llegado el momento la mayoría se estrella con una realidad mucho más prosaica que sus ilusiones. Lo miembros de Rakatá se toparon con ese muro hace poco más de 10 años. Pero su vocación y su locura consiguieron saltarlo. Empezaron megáfono en mano anunciando por los pueblos de España sus espectáculos. A cambio de hospedaje, comida y poder pasar la gorra, viajaban a donde hiciera falta. Cual cómicos de legua, aunque en pleno siglo XXI. Su pasión por el teatro, sin embargo, les ha permitido alcanzar en esta última década la estabilidad deseada. La compañía Rakatá se transformó luego en la Fundación Siglo de Oro, que hoy día es una plataforma cimentada en un equipo de 22 personas, esencial en la escenificación y difusión del legado de Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina...



Este 2014 celebran su X aniversario. Antes de iniciar una gira internacional, repondrán en los Teatros del Canal dos de sus producciones más emblemáticas. Reposiciones que llegan cargadas de novedades. El perro del hortelano la estrenan este jueves 20 y, justo una semana después, El castigo sin venganza. Ambas firmadas por el Fénix de los Ingenios. Las obras se alternarán en el cartel a lo largo de cuatro semanas. Menos los sábados, cuando se ofrecerá un programa doble. Ambas se representarán del tirón. "Hemos preparado un escenografía modulable que puede cambiarse en tres cuartos de hora", explica a El Cultural Rodrigo Arribas, fundador de Rakatá, hoy su responsable de producción y, además, integrante de su elenco. Para esta conmemoración han escogido El perro del hortelano porque con esta obra fue la primera vez que Rakatá trabajó con Laurence Boswell, director asociado de la Royal Shakespeare Company y faro en toda su trayectoria como compañía.



Boswell es el principal valedor del teatro del Siglo de Oro español en las Islas Británicas. Estudiando dirección escénica en la Universidad de Manchester tropezó por casualidad con el texto de El perro del hortelano. "Me fascinó. He dirigido obras de Shakespeare, de Eurípides, de Ben Jonson, pero ninguno refleja el amor con la honestidad de Lope. Nadie entiende como él sus complejidades, las confusiones que genera cuando se mezcla con el poder, el tormento de los celos...", revela a El Cultural. El director inglés tenía entonces sólo 19 años. Desde aquel hallazgo no ha dejado de profundizar en nuestros clásicos. Para la historia de la escena inglesa queda su ciclo The Spanish Golden Age, levantado en el teatro londinense The Gate, que fue galardonado con un premio Olivier y con el que se doctoró en el Teatro Español. Aquí trajo precisamente su versión de El perro del hortelano (en inglés), acongojado ante un potencial repudio del público español, que finalmente le tributó una ovación cerrada de 20 minutos.





Alejandra Mayo (dcha.), que interpreta a Casandra en el Castigo sin venganza, es otra de las fundadoras de Rakatá.



Los jóvenes recién licenciados de Rakatá estaban allí. Experimentaron una iluminación. Acababan de ver alumbrado el camino que querían recorrer. Poco tiempo después lograron fichar a Boswell, que tras su triunfo se convirtió en un personaje muy codiciado entre el gremio escénico español. "Me decanté por Rakatá por su mentalidad abierta y por su pasión". Montaron juntos El perro del hortelano (ya con actores españoles) y Fuenteovejuna. "Lo que nos sedujo de la propuesta de Boswell fue su inteligencia al resaltar en los conflictos del siglo XVI que pueden también conmover a un espectador de hoy. Y el uso del lenguaje, natural y humanizado, nada que ver con lo declamatorio", comenta Arribas. Siguieron así la línea marcada por la Royal Shakespeare Company hace años. Al detectar una paulatina desafección de los ingleses hacia el bardo de Stratford-upon-Avon, que se la encontraban hasta en la sopa, tomaron rápidamente cartas en el asunto. La solución fue cocinar montajes menos enfáticos y acartonados.



Tras el instructivo contacto con Boswell, Rakatá continuó avanzando ya por libre. Una de sus puestas en escena más celebradas ha sido El castigo sin venganza, dirigida por Ernesto Arias, que ahora traen, remozada, al Canal. En su currículum destella además la incursión en el Globe, templo shakespereano por antonomasia, con una adaptación de Enrique VIII. Aquella osadía les procuró una repercusión internacional que ha permitido armar la prolongada tourné que acometerán tras levantar el campamento en Madrid: Düsseldorf, Washington, Verona, Los Ángeles, San Petersburgo.... También volverán a Londres. De nuevo al Globe. Y allí protagonizarán un hito que habrá que inscribir en la historia del teatro español con letras de molde. Por primera vez se representará en este teatro una obra de habla no inglesa. Y será El castigo sin venganza, en español. "Nos hemos adelantado a los franceses, que querían colocar a Molière", apunta Arribas, sin enconder un legítimo orgullo. Lo suyo sí que es marca España, de la de verdad.



A pesar de estos logros Rakatá no ha tenido fácil su expansión, tremendamente meritoria si tenemos en cuenta en los años que se ha producido. La conversión en fundación tenía el objetivo de recibir un mayor respaldo privado para sostener su ingente actividad: conferencias, talleres, edición de libros, coproducción de otros montajes relacionados con el Siglo de Oro (como la excelente Entre Marta y Lope), colar nuestro legado escénico en universidades extranjeras (ya colaboran desde hace tiempo con UCLA, por ejemplo)...



Los beneficios fiscales de las fundaciones no es que hayan espoleado la generosidad de los mecenas. Pero sí han conseguido implicar a algunos de peso. Mercedes Benz sufragará buena parte de la próxima gira. También cuentan con un teatro estable en San Sebastián de los Reyes cedido por la Comunidad de Madrid. En él empezará a ensayar a finales de año Mujeres y criados, la comedia de Lope recién exhumada en la Biblioteca Nacional. "Los responsables del hallazgo, el equipo del proyecto Prolope de la UAB, nos comunicaron la noticia hace meses y nos pidieron que la pusiéramos en escena. Pensábamos que si esta pieza no había trascendido hasta ahora era porque no sería de gran calidad y por tanto no se habían hecho copias del manuscrito. Pero al leerla nos encontramos con el mejor Lope. Ha sido un regalo maravilloso, aunque, por otra parte, no tener ni una sola referencia previa es aterrador". La Fundación Siglo de Oro ya ha sido tanteada desde Estados Unidos e Inglaterra para estrenarla allí. En España, de momento, nadie ha movido ficha todavía. "Bueno, queda tiempo antes de que nos tengamos que echar las manos a la cabeza". Tic-tac, tic-tac, tic-tac...