Lluis Pasqual y Rosa María Sardá en los Premios Butaca 2013. Foto: Martí E. Berenguer

A sus cuarenta años, Stefano Massini ha conseguido abrirse un hueco importante en la escena italiana y europea. Su reciente nombramiento como director del Piccolo de Milán -sucediendo así en la institución al mítico Luca Ronconi- no ha hecho más que consolidar su predicamento y su influencia. Esto lo sabe bien Lluís Pasqual, que abre el curso del Lliure con dos piezas del autor de Lehman Trilogy. El próximo martes, 22, Rosa María Sardà protagonizará CrecEnUnSolDéu (Creo en un solo Dios), una obra que aborda la vida cotidiana en la Franja de Gaza. Un día después será Míriam Iscla quien interprete Dona no reeducable (Mujer no reeducable), segundo monólogo del autor florentino que recuerda el enfrentamiento entre la periodista Anna Politkóvskaya y el gobierno ruso ante el conflicto checheno.



"Como tantas veces -señala Pasqual a propósito de CrecEnUnSolDeu-, el teatro se plantea preguntas en voz alta sobre un tema que nos afecta, que nos mueve día tras día". El director del Lliure se puso en contacto con Massini y leyó los textos que aún no conocía para preparar estas dos entregas: "Creí que con este montaje podríamos enriquecer el diálogo de nuestros espectadores con Massini. Hemos hecho lo que antes se llamaba un 'programa doble'. Decisiones casi sobre el terreno realizadas de forma urgente y necesaria. Igual que sus textos".



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