Nada que perder en la Cuarta Pared
La compañía Cuarta Pared siempre ha intentado formar parte de los debates sociales. Si Rebeldías posibles anticipaba el movimiento de los indignados y Siempre fiesta hablaba de la destrucción de una familia como metáfora de la descomposición de una sociedad, con Nada que perder, que llega a la sala madrileña el próximo 26 de noviembre, Javier García Yagüe, Juanma Romero y los hermanos Bazo (autores del texto) se adentran, desde el género negro, en las secuelas de la crisis económica. "Hablamos de una sociedad que ha ido enfermando poco a poco, en donde los desahuciados, en un sentido amplio, no importan -dice Yagüe a El Cultural-. Hablamos del peligro de llevar a alguien hasta un punto de no retorno, en el que ya no se tiene nada que perder".
Marina Herranz, Javier Pérez-Acebrón y Pedro Ángel Roca interpretan un total de 16 personajes en un montaje que transcurre durante una huelga de basuras y cuya puesta en escena se estructura a base de interrogatorios. "Para resaltar la sensación de acoso", precisa el director. Mientras, el público rodea el escenario para acercarle lo máximo posible a los gestos, las inflexiones y las dudas de cada personaje. "La chispa para la trama fue una anécdota que nos contaron sobre un abogado que trabajaba en un gran bufete y al que un buen día le dieron unas vacaciones fuera de temporada. Justo en ese momento -¡qué casualidad!- un incendio en su oficina quemó mucha información". El espectador será el encargado de rastrear la trama final.