Marc Minkowski dirigiendo a Les Musiciens du Louvre

Se prepara una gran fiesta mozartiana para el próximo día 29 en el Palau de la Música Catalana de Barcelona. El oficiante será el parisino Marc Minkowski (1962), un modesto fagotista en sus comienzos y hoy una indiscutible personalidad, no sólo dentro del campo de la música antigua, barroca sobre todo, que es donde hizo sus primeras armas, sino en el de la creación de toda época, con especial referencia a la ópera, la de Mozart en primer término, aunque en años sucesivos haya ido extendiendo su interés a cualquier esquina del repertorio, incluyendo a Gluck y a compositores románticos. Ha visitado asimismo la opereta y suyas son algunas excelentes interpretaciones de obras de Offenbach. En junio de este año ocupará el puesto de director general de la Ópera Nacional de Burdeos.



En 1982 Minkowski fundó Les Musiciens du Louvre, hoy en Grenoble, conjunto con el que ha penetrado, con un estilo seco, vigoroso y restallante, en los entresijos de la más variada literatura, lírica o instrumental, con propuestas en principio un tanto radicales, como la de interpretar, por ejemplo, la Pasión según San Mateo de Bach con una voz por parte, en línea con lo que antes había propuesto el neoyorquino Joshua Rifkin. La elocuencia que el francés obtiene gracias a su perentoria acentuación, al colorido crudo de sus timbres y a la dinamita de sus inflexiones, tensando la expresión y buscando unos claroscuros determinantes, es muy grande; aunque también muy discutible; pero siempre de alto interés, como el que revisten sus recreaciones de las últimas sinfonías de Haydn o de Mozart.



Del compositor salzburgués Minkowski va a interpretar en primer lugar una obra infrecuente como el Adagio y rondó e do menor para armónica de cristal, flauta, oboe, viola y chelo K 617. También composiciones más habituales como el aria de Pamina de La flauta mágica -ópera que dirigió en Madrid en la producción de La Fura dels Baus-, Concierto para clarinete K 622, la obertura de La clemenza di Tito y, como colofón, el Réquiem en re menor K 626, aldabonazo final e incompleto ante la muerte. El Coro es el de Cámara del Palau, que dirige Josep Vila y que ha colaborado y colabora frecuentemente con Minkowski. Los solistas vocales son Chiara Skerath, Helena Rasker, Yann Beuron -tenor ya maduro que actuó hace unos años en unas representaciones madrileñas de la mencionada Clemenza di Tito- y Yorck Felix Speer. El clarinetista es Nicolas Beldeyrou y el intérprete de la armónica de cristal Thomas Bloch.