Serrano y Palacios en A House in Asia. Foto: Nacho Gómez

El Lliure dedica una 'integral' a la compañía catalana. Presenta desde el 22 tres obras: BBBB, A House in Asia y Katastrophe. Una buena oportunidad para ver las narraciones críticas e hipertecnificadas que han triunfado en países como Irán y que han sido reconocidas con galardones como el León de Plata de la Bienal de Venecia. En enero estará también en La Abadía.

La radical originalidad de la Agrupación Señor Serrano vuelve a hacerse fuerte en nuestra cartelera. Esta compañía catalana se vio obligada a salir de España para sobrevivir. Ese era su objetivo tras ver como las redes escénicas que formaban su hábitat (básicamente los festivales de escena contemporánea) iba desapareciendo. Pero sus logros han ido mucho más allá de la supervivencia. Le concedieron el año pasado el León de Plata de la Bienal de Venecia y sus incesantes giras por medio mundo la han llevado hasta países como Irán, donde fliparon con sus espectáculos laberínticos, hipertecnificados y fragmentarios; hechos a imagen y semejanza del universo del ‘homo digitalis', último eslabón de la evolución humana.



"A lo largo de esta conversación los tres consultaremos el mail, mandaremos algún whatsapp, ojearemos de pasada los periódicos...", apunta desde Varna (Bolzano) Pau Palacios. Lo hace en una conferencia telefónica a tres bandas con El Cultural (Madrid) y Àlex Serrano, el otro codirector artístico de la compañía, que habla desde su casa en Barcelona. "Es esa realidad poliédrica y compleja la que queremos recrear sobre el escenario", añade Palacios. Y a fe que lo consiguen. En sus montajes se amalgaman y entrecruzan infinitas referencias y códigos: el icono naif de los ositos de gominolas con la barbarie del Holocausto (Katastrophe), el ‘ogro' Bin Laden con el pop adolescente de Take That (A House in Asia), el sistema hipotecario con los excesos vitales de Marlon Brando (BBBB)... "En el primer cuarto de hora desplegamos diversas piezas sobre el tablero, que no parecen que puedan cuadrar. Los 30 o 40 minutos siguientes vamos desvelando las conexiones. Y en los último cinco o diez termina casando todo", explica Serrano.







Esa fórmula narrativa, similar al ensamblaje de un puzle, la mostraron este verano en la última edición del Frinje. En Matadero estuvieron con BBBB, donde ponen en la picota la trampa hipotecaria: cómo la ilusión legítima y natural de fundar un hogar acaba en deuda vitalicia o desahucio. Una denuncia, por cierto, emitida sin ecos panfletarios: "No queremos dar discursos demagógicos, con verdades cerradas, sólo plantear cuestiones sobre fenómenos sociales y políticos que nos preocupan y nos afectan", aclara Serrano. Pero donde mejor podrán apreciarse sus caleidoscopios escénicos será en el Lliure partir del próximo jueves 22. La apuesta del teatro barcelonés por la Agrupación Señor Serrano no tiene precedentes. Nunca antes había programado una ‘integral' de una compañía compuesta por tres títulos seguidos: a BBBB añaden A House in Asia y Katastrophe.



La actividad exterior del grupo supone todavía casi un 80% de nuestros ingresos". Pau Palacios

La primera se centra en la persecución por parte del ejército estadounidense de Bin Laden, ejecutado finalmente en una casa de Abbottabad (Paquistán). Serrano y Palacios la reconstruyen en el escenario, una idea que toman de los marines, que hicieron en una base su propia réplica para preparar el asalto, y de Kathryn Bigelow, que también levantó la suya para rodar La noche más oscura. Reflexionan así sobre la idea de copia en la sociedad contemporánea al tiempo que se preguntan sobre la paradoja de asesinar a un asesino. ¿Una acción así te coloca en el mismo plano moral, aunque acabes con un loco sanguinario? De fondo, aflora el paisaje originado por la Patriot Act y la suspensión de derechos que esta ley significó. Ya saben: la dialéctica entre libertad y seguridad, tensada al límite tras el 11-S.



Bin Laden en Teherán

La Agrupación presentó A House in Asia en la Sala Hafez, en Teherán. Al público le indignó que al terrorista se le llamase Gerónimo. "Decían que este era un líder indio honorable y Bin Laden, el mismísimo demonio: no olvidemos que los chiíes le odian. Tuvimos que explicar que no era idea nuestra sino de los marines. De hecho, el uso de ese pseudónimo nos inspiró para plantear la historia de su cacería como un western en el que los soldados aparecen como vaqueros", señala Palacios.



Katastrophe, por su parte, reproduce nada menos que la historia de la humanidad, encarnada esta por un batallón de ositos de gominola que afrontan desastres naturales, catástrofes ecológicas, guerras, genocidios... Es un montaje crucial en la trayectoria de la compañía, cuyo tercer pilar se asienta en la labor de producción de Barbara Bloin. "Fue la primera vez en que el lenguaje dejó de ser el motor de nuestros espectáculos, papel que desde entonces asumió el vídeo", recuerda Serrano, que fundó la compañía en 2006.



Tenemos ganas de tomar distancia de nuevo: bajarnos del escenario y volver a dirigir". Àlex Serrano


Ese punto de inflexión, concebido en una residencia creativa en Aviñón, se produjo en 2010 abriendo una nueva etapa en la que los efectos sonoros, el mapping y las proyecciones empezaron a dominar su sintaxis escénica. También las maquetas, quizá su seña más característica y peculiar. "Son un recurso que te permite construir universos completos", explica Palacios. En su teatro desaparecieron los actores y los performers y ellos mismos, subidos en las tablas para manipular toda clase de dispositivos, se erigieron en demiurgos autosuficientes. "Es en el fondo un ejercicio de transparencia: mostramos al público ‘el truco'". El cambio también contribuyó a su internacionalización: las escenografías, más livianas, facilitaron el nomadismo. Y así empezaron las giras por Estados Unidos, Argentina, Brasil, Italia, Francia, Alemania... Y Bélgica, país que consideran el paraíso de las artes escénicas: por el sentido del riesgo y la innovación de sus creadores, por la dotación técnica de sus salas (incluidas las de ciudades pequeñas), por el apoyo público a sus artistas... Ahora, avalados por su éxito fuera, están recuperando terreno en España (últimamente los hemos visto también en Cádiz y Valencia), aunque su actividad exterior todavía supone casi un 80% de sus ingresos.



"Eso sí, tributamos en España", apostilla Palacios, entre risas pero muy frustrado por la escasez de respaldo institucional, circunstancia que les hace plantearse cada vez más la opción de vincularse a algún centro teatral foráneo. Por lo que insinúan, hay contactos muy avanzados con uno en concreto. Allí sentarían las bases de su segunda refundación, que ya vislumbran en un futuro cercano: "Tenemos ganas de tomar distancias de nuevo: bajarnos del escenario y volver a dirigir desde el patio de butacas", avanza Serrano. La agrupación mutante, comprobamos, sigue fiel al cambio.



@albertoojeda77