Uno de los sketches de Yllana 25. Foto: Diego Conesa

"La filosofía de Yllana es el humor, el poder reírse de todo, especialmente de nosotros mismos, de una forma internacional, capaz de hacernos entender por todo el planeta sin más censura que la que nos imponemos nosotros mismos". Así explica Fidel Fernández a El Cultural los principios básicos que articulan Yllana, la compañía que el próximo 11 de enero celebra sus 25 años de existencia en los Teatros del Canal con un espectáculo que resume toda su carrera. "El criterio para montar esta obra ha sido elegir una pieza mínima de cada espectáculo, pensando en el público de Yllana y también en el que no nos conoce. Darle ritmo, que la risa sea constante y pensar en las necesidades técnicas de cada sktech ha sido un desafío", explica Fernández, miembro fundador de la formación y actor en todos sus espectáculos. "También hemos buscado que la representación permita al espectador conocer el ‘mundo Yllana' desde sus ideas hasta los materiales que utilizamos".



Serán, pues, 25 piezas que destilarán el humor crítico, satírico, canalla, inocente, negro y energético de la formación que nació en 1991 como compañía de teatro de humor gestual y que en estos momentos lleva producidos cerca de 30 espectáculos. Desde ¡Muu! hasta The Primitals han puesto en pie títulos como 666, Star Trip, PaGaGnini, Zoo, The Hole, Action Man o The Gagfagther. La mayoría con el Alfil como cuartel general. Para Fernández la sala es un referente del humor y la innovación: "Cuando nadie abría en verano empezamos a hacerlo para ofrecer una propuesta a esos espectadores que se quedaban en la ciudad. Cuando nadie tenía una programación variada y diferente cada día empezamos a hacerlo nosotros. Y el hecho de tener un bar dentro nos hizo cambiar el patio de butacas por una sala con mesas para disfrutar de la función con una copa con el fin de ofrecerle al público una nueva experiencia. Algunos teatros nos han seguido en este tipo de propuestas".



Uno de los montajes más famosos, con años en la cartelera, ha sido 666, una obra de 1998 con la que dieron un giro de 180 grados a la mímica tradicional: "Buscábamos entonces los límites del humor y demostramos que un corredor de la muerte tiene comedia, que sirve para reflexionar sobre cómo es el ser humano. Esa temática ya está a años luz de lo que puede considerarse como el mimo clásico".



Ahora, mirando atrás, con la perspectiva de más de 25 años, Yllana se ve diferente y con cierto reconocimiento. "Estamos en el panorama teatral por nuestro trabajo como compañía -puntualiza Fidel Fernández-, por gestionar el Teatro Alfil y por ser productora. Somos raros, diferentes por nuestro sentido del humor y por ser originales con las propuestas. Nos hemos abierto a otros terrenos, como dirigir obras de texto, musicales, cabarets... Esta es una profesión de largo recorrido. Con sus éxitos y fracasos".



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