Escena de El embrujado de Valle-Inclán. Foto: Laura Torrado
Irina Kouberskaya presenta en el Círculo de Bellas Artes el Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte de Valle-Inclán, un maratón de siete horas
El espectáculo agrupa las cinco piezas en las que Valle-Inclán registró las convulsiones y mutaciones de su terruño galaico a comienzos del siglo XX: "He asistido al cambio de una sociedad de castas y lo que yo vi no lo verá nadie. Soy el historiador de un mundo que acabó conmigo. En éste mundo que yo presento de clérigos, mendigos, escribanos, putas y alcahuetas, lo mejor con todos sus vicios era los hidalgos, lo desaparecido. Mi obra viene a reflejar la vida de un pueblo en desaparición. Mi misión es anotarlo, antes que desaparezca", decía el autor gallego.
Kouberskaya se propone inducir la catarsis. "El encuentro con Valle-Inclán nos marca un antes y un después, nos obliga a ver al toro de frente, nos evidencia la existencia de los infiernos y nos eleva hasta los sones de la ciringa del viejo Baco, nos ayuda a sentirnos como partículas del Universo", explica la directora de origen ruso, que, junto a Hugo Pérez de la Pica, comanda la Sala Tribueñe desde hace más de una década. Allí, de hecho, es el único lugar donde se ha representado este maratón escénico, en 2006. Luego han mantenido en cartel dos de los títulos del fresco valleinclanesco: Ligazón y La rosa de papel. Tras la contundente irrupción en el Círculo, incorporarán a su repertorio La cabeza del bautista y El embrujado.
Otra curiosa novedad del proyecto es la presentación en clave flamenca de Sacrilegio, que abrirá las representaciones. Los cantaores Jesús Chozas y Antorrín Heredia ‘encarnarán', respectivamente, al Padre Veritas y al Sordo de Triana. El público podrá degustar en los descansos vinos y viandas gallegas en un ambiente festivo.
"Lo más sorprendente del retablo es que ninguna de las cinco obras que lo componen tiene un personaje positivo", apunta Kouberskaya. "Es en sí mismo también una sorpresa para la historia de la dramaturgia. El conflicto no está entre el bien y el mal, está entre el mal y lo peor todavía. Se puede decir que Valle-Inclán rompe los principios moralistas y burgueses y se introduce en el mundo donde lo feo y lo deforme se han asentado desde hace siglos con el derecho de llamarse humanidad, con el derecho de la estética de lo feo".
@albertoojeda77