“Algunos días pienso que Monsieur Goya es el testimonio de mi irreversible decadencia como autor. Otros, que quizás sea el inicio de una nueva etapa que podría depararme sorpresas y goces. Creo que es una de las obras más íntimas de toda mi trayectoria”. Así ha vivido José Sanchis Sinisterra su experiencia con este “raro” título, que llega al madrileño Teatro Fernán Gómez este jueves como una apuesta personal de su director, Nacho Marín, para celebrar los 200 años de la realización en la Quinta del Sordo de las Pinturas negras.
“A medida que iba documentándome para afrontar el reto, tanto la figura del pintor como su entorno familiar, las circunstancias históricas que lo condujeron a su exilio en Burdeos y, sobre todo, su fulgurante personalidad artística, me fueron subyugando y apresando hasta convertir este ‘encargo’ en un aventura personal”, explica a El Cultural el autor de ¡Ay, Carmela!, que acaba de llegar de Uruguay –donde ha montado Un artista del sueño, obra que aún no ha sido estrenada en nuestro país– para poner en marcha la temporada de su Nuevo Teatro Fronterizo, que en 2020 cumplirá diez años.
Goya en Burdeos
En Monsieur Goya. Una indagación se resalta lo que Sinisterra denomina “la última familia de Goya”, integrada por Leocadia Zorrilla, los hermanos Weiss (que le acompañaron en su última peripecia existencial) y el dramaturgo Leandro Fernández Moratín (con el que compartirá exilio en Burdeos). “La teatralidad del montaje está asentada en interrogantes como los que planean sobre la casa de Goya en Burdeos o sobre su posición durante el Trienio Liberal en Madrid. Irán desfilando por la escena las manchas de pintura, las alucinaciones y la visión, entre compasiva y cruel, por las que reconocemos al artista en sus últimos años. Tiempo en el que nunca dejó de aprender. En el final de su vida, el espanto de esa época convulsa atraviesa, sin caer en la desesperanza, el juego de la creación”, explica la directora de la obra, Laura Ortega, que ha contado para la puesta en escena con las actuaciones de Inma Cuevas, Alfonso Torregrosa, María Mota, Andrea Trepat, Fernando Saiz y Font García, la voz en off de Alfonso Delgado, la videoescena del artista Daniel Canogar y la música de Suso Saiz, un equipo del que Sinisterra destaca su “gran calidad y solvencia”.
Tanto la caótica situación histórica de los últimos años de Goya como la escasez de datos biográficos fiables sobre el pintor han llevado a Sinisterra a recurrir al metateatro: “También al anacronismo, a la autoficción, a la paradoja, a la fantasmagoría y a otros procedimientos teatrales no figurativos. Mi objetivo es que los espectadores, tras ver la obra, sientan la necesidad de saber más sobre Goya y su época, de establecer paralelismos con el presente y de correr al Museo del Prado para confrontarse con las Pinturas negras”.
Además de la obra dirigida por Ortega, que se estrenará el 19 de septiembre, el Centro Cultural de la Villa, en colaboración con La Fábrica, dedicará su sala de exposiciones a El sueño de la razón, muestra comisariada por Oliva María Rubio en la que obras de artistas contemporáneos como Antonio Saura, Rafael y Daniel Canogar, Rogelio López Cuenca, José Manuel Ballester, Eva Lootz, Pilar Albarracín, Antoni Muntadas y Jorge Galindo, entre otros, mostrarán la vigencia del artista de Fuendetodos.