Henry Naylor era uno de los autores de comedia satírica más populares de la dramaturgia británica en los últimos años. Pero un viaje a Afganistán le cambió. Pasó al drama comprometido. Sus obras más recientes se inscriben en ese registro. Una de ellas, Ecos, se estrena en el Teatro Español el próximo jueves, 14. Naylor plantea un llamativo juego de espejos. Dos monólogos alternos de dos mujeres separadas por 175 años pero, según su tesis, oprimidas por una equiparable cerrazón religiosa y política.
Tillie (Silvia Abascal) es una pionera colonizadora de la época victoriana. Samira (Nur Levi) es una joven estudiante musulmana de hoy día. Las dos son de Ipswich (Inglaterra). La primera acude a la llamada de su patria para casarse con un oficial desplegado por el Imperio Británico en La India. La segunda se desplaza a Siria, a la zona controlada por el Estado Islámico, movida por un idealismo insensato (ya sabemos cómo acabaron estas voluntarias). “Sus historias –apunta Livja Pandur, directora de la versión española– presentan paralelos históricos sorprendentes revelando cómo similares patrones de violencia patriarcal, de abuso sexual y un brutal chovinismo han esclavizado a la mujer por motivos geopolíticos en dos regímenes tan aparentemente diferentes”.
Pandur sitúa a Tillie y Samira en una especie de purgatorio póstumo con forma de piscina abandonada, sin rastro de agua ni de vida. Es una metáfora invernal que subraya su tragedia pero les permite, a partir de la absoluta soledad, rememorar su drama. “Este marco –añade Pandur– nos da la oportunidad de reflexionar, de revivir y de compartir sus destinos, que son verdaderamente ecos el uno del otro. La poesía de su resistencia, que puede ser expresada con total honestidad solo desde más allá de la sepultura, refleja la constante e incansable lucha por los derechos de la mujer y su liberación a lo largo de casi dos siglos”.