Una conversación en torno a la democracia. Esto y mucho más es Antígona, el montaje de David Gaitán (Ciudad de México, 1984) que esta noche abrirá la 66 edición del Festival de Mérida contra viento y marea. “Hace algunos años que monté esta obra en México. La temperatura social estaba determinada en buena medida por un hecho oscuro de la historia reciente mexicana: la desaparición forzada de 43 estudiantes”, explica el director y autor sobre esta coproducción que han realizado el certamen extremeño, la compañía El Desván y el Teatro Español de Madrid. “Antígona -añade Gaitán- tiene una gran relevancia desde el ángulo político y un sutil peligro desde el artístico, al correr el riesgo de ser catalogada como una apuesta oportunista frente al dolor de la sociedad”.
Con Antígona el Festival de Mérida abre de par en par (aunque con restricciones) las puertas del Teatro Romano, un escenario en el que se han tomado todas las medidas necesarias para sortear las inclemencias provocadas por la omnipresente pandemia. Pero no hay nada que pueda con la energía de los clásicos. Protagonizada por Fernando Cayo, Irene Arcos, Clara Sanchis, Isabel Moreno, Elías González y Jorge Mayor, Antígona, cuya puesta en escena la firma Diego Ramos, quiere ser, según su director, una reflexión sobre la democracia representativa y la transición que las fuerzas políticas de oposición tienen que atravesar una vez que consiguen el objetivo de ocupar el poder: "La desinformación como estrategia y la popularidad como disfraz para discursos de odio son algunos de los temas que pueden abordarse para dialogar de forma elocuente con la sociedad española”.
Llevar esta versión de Antígona a los escenarios de nuestro país -fue estrenada en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón de la UNAM de México en 2015- ha implicado un diálogo muy pensado para las circunstancias en las que va a ser representada: “El proceso de montaje con el equipo español sin duda servirá como termómetro para determinar las particularidades discursivas a las que inevitablemente tendrá que aspirar”. Esta Antígona, su fuerza, su denuncia, dejó su impronta en el circuito mexicano pero es ahora, en el Festival de Mérida, donde su mensaje tiene que llegar al gran público. “El teatro tiene la obligación de hablar al espectador y ponerlo frente a sí mismo. No basta con asumir que un tema impactará en el momento sociopolítico sólo porque en otras latitudes ya lo hizo”, puntualiza Gaitán, que ha contado también con Álvaro Rodríguez, Pilar Contreras y Concha Busto en los apartados de composición musical, ayudante de dirección y distribución, respectivamente.
Siguiente parada, Anfitrión, a partir del 29 de julio.