Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz y la Princesa de Éboli son los personajes principales de Descalzas, la obra que llega al Corral de Comedias del Festival de Almagro los próximos 12 y 13 de julio de la mano de la autora Julieta Soria y de Elena Cánovas, directora del montaje y de Teatro Yeses, compañía integrada en su totalidad por reclusas del Centro Penitenciario Madrid I Mujeres de Alcalá de Henares.
“El hecho de que se tratara de una compañía formada mayoritariamente por mujeres –y además privadas de libertad– me llevó casi de inmediato a Teresa de Ávila y su labor de fundación de conventos de monjas en el siglo XVI. Un tema apasionante que nos remite a un momento complejo e interesantísimo de la historia y la cultura de España”, explica a El Cultural Soria, para quien retratar esa época significa “hablar de la llegada de las nuevas ideas renacentistas y humanistas y su difícil encaje en la política, la sociedad y la religión españolas del momento, del orden social y la situación de las mujeres, del florecimiento artístico e intelectual por un lado, y de la censura y el oscurantismo por otro”.
Figuras intelectuales
Descalzas está planteada como un homenaje a escritores y figuras intelectuales y reformistas como Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz y Fray Luis de León. El montaje, que cuenta también con la música de Juan Cañas y de la asesoría de Álvaro Tato, se desarrolla en el convento de la Encarnación de Ávila en 1578. La vida transcurre tranquila para la madre Teresa y sus hermanas descalzas. La llegada, primero, de un inquisidor al convento, alarmado por el contenido de El libro de la vida de Teresa, y después de Juan de Yepes (conocido por su Cántico espiritual), fugado de la prisión a la que lo han condenado, vendrán a romper la paz del lugar.
“La obra habla del florecimiento artístico por un lado y del oscurantismo por otro”. Julieta Soria
Las hermanas ofrecen su protección al hermano poeta, para lo cual tendrán que enfrentarse a Jerónimo Tostado, visitador de la orden de los Carmelitas Calzados... Poesía, humor y música se dan cita en Descalzas, montaje para el que se ha armado una puesta en escena “imaginativa y eficaz”, según la autora, que nos traslada de inmediato al interior de los muros del convento. Los cambios de espacio y de personaje (hay actrices que doblan papeles), las canciones que se interpretan y los momentos de gran comicidad ponen el resto.
Comunicación atemporal
Para Julieta Soria, que, tras pasar por Clásicos en Alcalá, presentará el 25 de julio en el Festival de Olmedo Que de noche lo mataron (dirigida y producida por Ainhoa Amestoy), la obra plantea “la posibilidad real de una sociedad utópica, sin jerarquías, sin propiedad privada, basada en el amor, en la amistad y en la colaboración mutua. Habla de la educación y del autoconocimiento. De la creación literaria, de nuestra historia y de nuestra cultura. Todo, desde el humor, la poesía y la música, que son también formas de comunicación atemporales”.
Finalmente, Soria califica el arte del teatro clásico como una máquina del tiempo donde los viajeros son siempre los mismos: “Un buen montaje de una obra clásica será un espejo donde ver reflejado lo más profundo de nosotros. Sin olvidar la fascinación de los versos y del lenguaje poético ni el carácter eminentemente popular que en muchos casos fue la seña de identidad del teatro de los siglos de oro".