El mito de Electra, su tragedia, revive estos días en los escenarios madrileños. Este 12 de enero llega a La Abadía, de la mano de Fernanda Orazi y Pílades Teatro, con un reparto encabezado por Carmen Angulo, el texto de Sófocles, y el 18 estará sobre el escenario de los Teatros del Canal la Elektra.25 de Ricardo Iniesta y Atalaya con Silvia Garzón interpretando a la beligerante hija de Agamenón. Llega así Electra, hasta nuestros días, prácticamente con toda su fuerza y significado.
"He sentido la llamada de la tragedia griega -explica a El Cultural la actriz y directora argentina-. Quería saltar a ese lenguaje desconocido y difícil de imaginar, pero el motor más fuerte y decisivo para esta Electra fue, sin duda, tener a Javi Ballesteros, Leticia Etala, Carmen Angulo y Juan Paños totalmente dispuestos a saltar conmigo. Sabía que contaba con unos actores y actrices que pueden hacer estallar la escena por los aires y juntar los pedacitos del suelo y hacer con eso otra escena (o lo que sea preciso hacer para que el teatro suceda)".
El montaje de Pílades Teatro muestra la trayectoria de "una llama sostenida" que desafía a los suyos y a la actuación a no dejar caer el fuego y subir la apuesta del teatro hasta donde sea preciso. “Nosotros le hemos dicho 'Sí' a esta Electra y a la aventura de abordar una tragedia griega que también es, para nosotros, lo inactuable. Con el 'Sí' sostenido llegamos hasta aquí para arrojar esta promesa a la arena del teatro en el que, como en la tragedia, no todo está en nuestras manos”.
Electra, Medea, Ariadna...
La misma energía, el mismo sentido del teatro clásico, circula por las venas escénicas de Ricardo Iniesta (dirección y dramaturgia) y Atalaya, que vuelven por sus fueros. Sus anteriores montajes – Elektra, Medea y Ariadna- han marcado su lenguaje teatral. La trilogía giró por 250 ciudades de todo el mundo. Elektra.25 recuperará lo mejor de la puesta en escena introduciendo importantes cambios y aportaciones que potencian aún más su valor. El número 25 se refiere a los años que han pasado desde que se pusiera en marcha aquel proyecto.
El punto de partida de Atalaya es también la Electra de Sófocles, así como la Elektra de la versión que de él realizo Hugo von Hofmannsthal para la ópera de Strauss. Suele decirse que la Electra de Sófocles es la más perfecta y nítida en cuanto a estructura. La versión de Hoffmansthal que aquí se plantea introduce un final trepidante y vertiginoso.
[Electra, menos griega y más española]
Para Iniesta, “la principal novedad es la introducción del personaje de Orestes al comienzo -tal como se da en las versiones clásicas- para que tenga mayor presencia, no ya física, sino anímica en el espectador; esto permitirá generar una mayor tensión y empatía en el público al contrastar con el desconocimiento de su presencia por parte de Electra, Crisótemis y Clitemestra”.
Un coro, protagonista
“También se introduce un nuevo coro que aparece en más de una ocasión, conformado por las doncellas de palacio, que en su mayoría recelan de Electra -añade el fundador de Atalaya-. Este es otro factor de tensión añadido a la anterior versión que parte de la obra de Hofmannsthal. Todas estas nuevas aportaciones elevan la complejidad de la trama. La dramaturgia de Elektra.25 potencia el protagonismo del coro en sus diferentes versiones: coro narrador, coro de mujeres micénicas, coro de sirvientes de Clitemestra, coro de doncellas de palacio, coro de Erinias, coro del pueblo de Micenas…”