Las mil resurrecciones del Teatro Español en cuatro siglos de vida
Eduardo Pérez-Rasilla recoge textos de diversos especialistas para reconstruir la identidad de una de las instituciones más veteranas de Europa.
7 enero, 2024 02:15Con el rey Bonaparte (1808-1813) estuvo a punto de producirse un milagro en el Teatro Español de Madrid, y también en el mismo teatro español. El ámbito es el faro de nuestra escena desde que en 1583 se fundó como Corral del Príncipe, siendo hoy el espacio teatral más veterano de Europa.
Se mencionaba a Bonaparte. Por su decisión, el ya Coliseo del Príncipe, se transformó en Teatro Español del Rey, un título que se abandonará tras el regreso de Fernando VII, pero que se recuperará, sin la apelación real, en 1869, hasta hoy. Pero Bonaparte no quería solo el cambio de nombre, sino establecer una suerte de ‘Comédie-Espagnole’, a la manera de la Comédie-Française. Una revolución que no tuvo lugar. La Comédie se había fundado en 1680, un año antes de la muerte de Calderón; nuestra ‘Comédie’, con sus planes de formación de actores, compañía estable y repertorio, se abortó prontamente.
Esto y mucho más se cuenta en el libro El Teatro Español de Madrid. La historia (1583-2023), editado por Cátedra, al cuidado escrupuloso de Eduardo Pérez-Rasilla, de la Universidad Carlos III, y elaborado por catorce de los mejores estudiosos de nuestro teatro en muy diversos campos: histórico, teatral, literario, arquitectónico, ciudadano, periodístico y crítico. Junto a un sinfín de datos, también las anécdotas, como el caso, en 1753, en que el jesuita Calatayud predicó 24 días en el Colegio Imperial, período en el que se cerró el Español. Una excepción, ya que los hospitales municipales dependían de la recaudación teatral y el Ayuntamiento no quería cierres...
El libro lo impulsó, al llegar en 2019 a la dirección, Natalia Menéndez, que se asombró al no encontrar una obra sólida con la historia de aquel teatro donde estrenaron Lope o Calderón, en el XVII, y Buero o Mayorga, en el XX y XXI. La ambición de la directora le llevó a propiciar este libro sobre el teatro en su 440 aniversario; más un buen espectáculo, Arder y no quemarse, por los incendios sucesivos del teatro..., y la exposición Teatro Español, el más antiguo de Europa, que se puede visitar.
500 páginas, no sin gráficos y mapas, que hacen del libro el más completo estudio sobre el Español y sus circunstancias..., siempre volviendo a empezar, como el mismo teatro. Se estudian desde las cofradías que lo impulsaron hasta los tiras y aflojas con el Ayuntamiento, su casi perpetuo tutor, que bregó con arquitectos como Sacchetti o Ventura Rodríguez; talentos como Jovellanos, Von Humboldt, Galdós o Azaña; cómicos y cómicas como Máiquez, Romea, Guerrero y Díaz de Mendoza, Xirgu, Flotats o Espert; y directores como Rivas Cherif, Luca de Tena, Tamayo, Marsillach, Gómez, Narros y Layton, Vergel, Alonso, Pérez Puig, Mario Gas, Grueso, Pérez de la Fuente, Portaceli, hasta Natalia Menéndez.
Eduardo Vasco llega ahora a la dirección. Por su mente seguro que pasan hipótesis bonapartistas, pero ya no hay voluntades reales, aunque el palco de Alfonso XIII y su salida pirata, con ascensor, a la calle del Prado, siga franca.