![Vlad Udrescu interpreta a Hamlet en la versión de Donnellan. Foto: Albert Dobrin](https://s1.elespanol.com/2025/01/05/el-cultural/escenarios/teatro/914168972_252125837_1024x576.jpg)
Vlad Udrescu interpreta a Hamlet en la versión de Donnellan. Foto: Albert Dobrin
Declan Donnellan mira 'Hamlet' con telescopio
Es la tercera vez que el director británico, máxima eminencia en Shakespeare, se adentra en el drama del atribulado príncipe de Dinamarca.
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Dice Declan Donnellan (Mánchester, 1953) que Shakespeare tomó las palabras más aburridas del inglés –to be o nor to be–, y las convirtió en el verso más famoso del teatro mundial. “Es una cuestión que sigue atormentado a muchos, incluido a mí mismo, sobre todo porque no entendemos el porqué”, explica.
De lo que no cabe duda es de que hoy Hamlet, la obra más larga que escribió el Bardo de Avon, es una de las funciones más representadas en los escenarios. En concreto, el propio director y autor británico la ha montado ya tres veces. La última, con la compañía rumana del Teatro Nacional Marin Sorescu, la estrenó en febrero de 2024 y con ella visitará los Teatros del Canal, del 16 al 19 de enero.
Un reto que, a juzgar por sus palabras y a pesar de ser un viejo conocido, asume como nuevo. “Cada vez que represento una de sus piezas me parece completamente diferente, aunque tal vez ya la haya representado varias veces antes –comparte con El Cultural–. Estas grandes obras de arte no son tan dignas de admiración en sí mismas. En cambio, el buen arte nos ayuda a ver más allá. Es como admirar el telescopio pero no entender que nos es dado para ver otras cosas con más claridad. Así es como funciona una obra de Shakespeare. Nos ofrece un medio por el cual podemos pensar sobre la vida. Por lo tanto, no está mostrando nada”.
Para ello, el director, junto a su inseparable Nick Ormerod como escenógrafo, ha trabajado en esta ocasión una puesta en escena sencilla, con un vestuario de tonos grises, muy próxima a los espectadores. “Esta versión es aparentemente más simple y creo que le da al público más espacio para soñar”.
No en vano, es la tercera vez que Donnellan da vida al Príncipe de Dinamarca, algo que no ha impedido que se sacuda sus propios fantasmas. “Nick y yo hicimos un Hamlet hace treinta años en inglés y después hicimos una versión de ballet en el Bolshói, lo cual fue una gran alegría. Pero cuando empiezo una obra tengo que intentar olvidar, borrar todas las versiones que he visto de ella y, en cierto modo, las ideas que tengo en la cabeza también".
“'Hamlet no envejece porque sigue ofreciendo misterios que persiguen a cada generación", Declan Donnellan
"Lograr ese vacío es bastante difícil porque tendemos a asustarnos de ello –continúa–. Nos educan para que nos llenemos de información y usamos el término ‘cabeza hueca’ para denotar estupidez. Pero a menudo no podemos asimilar una nueva idea o una nueva experiencia porque no hay espacio en nuestras mentes”.
Por eso, Donnellan se muestra más bien partidario aquí de no partir de ningún concepto previo, liberándose así de moldes y hábitos. “Debemos buscar en nuestro corazón para asegurarnos de que no tenemos nada que decir, de que no tenemos ningún mensaje que vender. De lo contrario, no puedo dirigir la obra. Tengo que encontrar algún espacio de vacío en mí porque solo cuando estoy vacío puedo asimilar algo nuevo. Si lo sabes todo, no puedes aprender nada”. Es en ese sentido, continúa, que “las ‘ideas’ surgen orgánicamente a medida que ensayamos y actuamos”.
![Una escena de 'Hamlet' interpretada por la compañía rumana del teatro nacional Marin Sorescu. Foto: Albert Dobrin](https://s1.elespanol.com/2025/01/05/actualidad/914168980_252126069_1024x576.jpg)
Una escena de 'Hamlet' interpretada por la compañía rumana del teatro nacional Marin Sorescu. Foto: Albert Dobrin
En ese eterno no saber, cuestionarse o partir de cero, Donnellan se replantea esta obra de Shakespeare junto a la compañía del Teatro Nacional Marin Sorescu, con la que ya armó un Edipo rey (lo vimos también en los Teatros del Canal a principios del año pasado). En este montaje cuenta con un Hamlet interpretado por Vlad Udrescu, acompañado de Ofelia (Theodora Balan), pero eso sí, sin un Horacio, sustituido aquí por el propio público.
Una nueva revisión donde su ser o no ser quizás no sea la cuestión. O, al menos, no el único interrogante. “Los seres humanos son el único animal que puede ser irracionalmente cruel. Y quizás esto esté relacionado con el hecho de que son los únicos animales que pueden dudar de su propia existencia. El dilema de Hamlet encarna esta lucha. Pero no de forma directa, sino enigmática, como un fantasma que recorre los oscuros pasillos de Elsinore”.
“Por supuesto, tengo muchas ideas sobre Hamlet, pero si pudiera ‘explicar Hamlet’, debería escribir un ensayo sobre él en lugar de dirigirlo –dice–. Creo que, como cualquier gran clásico, Hamlet no envejece porque sigue ofreciendo misterios que persiguen a cada generación”.
Con asuntos como la venganza, la traición, la crueldad y la violencia como trasfondo, Donnellan opina, no obstante que Shakespeare no está intentando ‘enseñarnos’ nada. “En cierto modo, comparte con nosotros una serie de experiencias y tal vez esté diciendo: ‘Ya sabes, he pensado en esto y realmente me interesa/ me conmueve/ me asusta/ me deleita. ¿Cómo te sientes?’. Sería un error pensar que él tenía algún objetivo que intentaba imponer. No es un político que quiera tu voto”.
Al contrario, más bien “nos presenta un mundo en el que no queremos vivir, un mundo en el que podemos mirarnos accidentalmente al espejo y vernos tal como somos en realidad”, reflexiona.
Asiduo a nuestros escenarios, el experto en Shakespeare se muestra entusiasmado ante el inminente estreno, el 28 de marzo en el centro Niemeyer de Avilés, de Los dos hidalgos de Verona en español. “Nick y yo pasamos mucho tiempo cuidando nuestros espectáculos existentes. Acabamos de hacer una Medea para el Teatro Nacional de Bulgaria y en unas semanas empezaremos a preparar esta otra obra de Shakespeare, aprovechando el trabajo que hicimos en La vida es sueño. Fue una época muy feliz para nosotros”, confiesa el director.