El dibujo es anterior a la existencia de la escritura, y su uso está implícito en el pensamiento abstracto y la ideación de las principales obras de la historia de la ingeniería, el arte y la arquitectura. Considerado habitualmente como herramienta auxiliar, el dibujo no siempre merece estudios centrados en su condición autónoma. Por eso resulta excepcional la aparición del libro Trazados de arquitectura y grafitos históricos en el monasterio de San Millán de la Cogolla, de Yuso (La Rioja): una historia constructiva y conventual narrada en los muros, en que se documentan y estudian cientos de dibujos realizados en las paredes del monasterio de Yuso por constructores y novicios a lo largo de los siglos, de manera espontánea, utilitaria o lúdica.
El hermoso monasterio de Yuso, en La Rioja, está inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad por sus especiales valores históricos y arquitectónicos, vinculados a la posesión de los documentos que muestran la aparición escrita de la lengua castellana. El edificio actual procede del siglo XVI, y en sus muros atesora una extensa colección de trazados de arquitectura y grafitos históricos que han permanecido a través de los siglos, ignorados por no tratarse de obras de arte, pero valiosos testimonios del dibujo auxiliar en arquitectura y de las actividades y fantasías de los novicios. Ambos grupos desvelan la historia arquitectónica y la vida conventual en Yuso desde el siglo XVI al XIX, y ahora han sido rescatados de su anonimato mediante un formidable trabajo de documentación.
Título: Trazados de arquitectura y grafitos históricos en el Monasterio de San Millán de la Cogolla, de Yuso (La Rioja): una historia constructiva y conventual narrada en los muros
Autores: Mª. Begoña Arrúe Ugarte, Álvaro Rodríguez Miranda, José Manuel Valle Melón.
Editorial: Fundación San Millán de La Cogolla
Año de publicación: 2022
Todo comenzó en el año 2000. Ante el temor de que se perdieran los sutiles trazados del claustro bajo, realizados mediante incisión y arañado de la piedra o dibujando con almagre, grafito o carboncillo, se procedió por la Universidad de La Rioja a calcarlos sobre láminas de plástico transparente con rotuladores permanentes. En 2003 se documentaron otros grafitos detectados bajo la cubierta de la cabecera de la iglesia, en este caso con ayuda de la fotografía digital. Y en 2016 se ampliaron los trabajos mediante el empleo de las tecnologías más avanzadas, completándose una peripecia documental del máximo interés, tanto por la diversidad de técnicas empleadas como por la calidad de los resultados.
Así se identificaron dos grupos de dibujos claramente diferenciados por su contenido y por la profesión de sus autores. Los más antiguos se localizaban en los muros interiores del claustro bajo, de cuya construcción a partir de 1549 habían pervivido distintos esquemas y dibujos de ejecución de las obras. Maestros arquitectos y constructores trazaron monteas, replanteos, levantamientos y marcas de cantería necesarias para los trabajos de edificación. El otro conjunto de imágenes estaba situado en la zona conventual, donde los novicios dejaban testimonio de los temas de su vida cotidiana.
En 2016, la colaboración con el Instituto de Estudios Riojanos y la Universidad del País Vasco permitió avanzar en la digitalización del material, en un proceso que tuvo continuidad a través de la Fundación San Millán de la Cogolla, con objeto de crear una base documental sobre la que poder seguir trabajando de manera interdisciplinar. Tras coleccionar cientos de imágenes humanas, animales y vegetales, y otras geométricas, arquitectónicas y simbólicas, el siguiente paso fue la digitalización, mediante fotografías en alta resolución y escaneados 3D. De esta manera se hizo posible la difusión de la información de los trazados y grafitos del monasterio para que fueran accesibles a quienes deseen profundizar en su estudio. Finalmente, incorporando los dibujos digitalizados a un modelo 3D del monasterio, se ha creado una aplicación de realidad aumentada para dispositivos móviles que permite superponer a la visión directa del monumento los diseños inscritos en los muros, apenas perceptibles en la realidad.
Los responsables del largo proceso de investigación, María Begoña Arrúe Ugarte, Álvaro Rodríguez Miranda y José Manuel Valle Melón, han compendiado su trabajo profundo y minucioso en el libro editado por la Fundación San Millán de la Cogolla. En sus 395 páginas se describe la naturaleza y las técnicas empleadas en la toma de datos, la historia constructiva del monasterio y el análisis de los trazados, en un proceso ejemplar que puede servir de referencia para trabajos similares aplicados a otros monumentos.
Resulta de especial interés el capítulo 3 en el que María Begoña Arrúe Ugarte integra Los conjuntos de trazados y grafitos del monasterio de San Millán de la Cogolla, de Yuso, en el marco de su historia constructiva, para presentar un riguroso y erudito recorrido por el origen y evolución del monumento.
El capítulo 4 expone la utilidad del dibujo instrumental para la construcción, y en el siguiente se accede a los grafitos que hablan de la vida conventual de los novicios. En ellos abundan representaciones de la figura humana, de caballos y caballeros, de barcos, de música, motivos geométricos y esquemas de templos con torre.
La calidad de la publicación supone un hito multidisciplinar. Profundiza en la historia del monumento, pero también en el conocimiento de las técnicas de documentación y análisis, así como en la interpretación de los datos obtenidos, convirtiendo el estudio del monasterio de Yuso en una apasionante aventura. El mejor conocimiento del monumento abre la puerta a proseguir las investigaciones sobre el mismo, pues “la información ya está creada, y ahora es el tiempo de preservarla y reutilizarla”.