La relevancia del material conservado en los monasterios medievales, más allá de su valor patrimonial, radica en su capacidad para explicar la historia. El monasterio de San Millán de la Cogolla, emplazado en La Rioja y formado por Suso —arriba— y Yuso —abajo—, elaboró una inmensa producción de códices y documentos, algunos tan extraordinarios como las Glosas Emilianenses y los glosarios del siglo X, textos seminales de nuestro idioma, lo que Dámaso Alonso llamó "el primer vagido" del castellano. F. Javier García Turza, profesor de Historia Medieval de la Universidad de La Rioja, ha buceado en el archivo del cenobio en el libro El monasterio de San Millán de la Cogolla: Historia y escritura (Fundación San Millán de la Cogolla – Cilengua), publicado en abril de este año.
Título: El monasterio de San Millán de la Cogolla: Historia y escritura
Autor: F. Javier García Turza
Editorial: Fundación San Millán de la Cogolla
Año de edición: 2024
Disponible en Fundación San Millán de la Cogolla
Disponible en Unebook
Además de un riguroso estudio sobre el nacimiento y la evolución del archivo monástico, que se extiende a lo largo de un milenio, García Turza ha establecido una suerte de recreación del archivo, que durante siglos se sometió a los factores económicos y sociales y al contexto de cada época. "Se debe tener presente tanto la política local como la del reino, sin olvidar las diferentes coyunturas religiosas que influyeron, y muchas veces determinaron, el rumbo de la comunidad benedictina", apunta el autor en el texto.
Las desamortizaciones del siglo XIX fueron una de las principales causas de la dispersión, pérdida y destrucción tanto de códices altomedievales como de documentos. En general, el patrimonio de los monasterios se vio muy afectado con las confiscaciones de material durante estos procesos. La de Mendizábal en 1836 fue la que más perjudicó al de San Millán. Una parte de sus fondos se perdieron para siempre, como fue el caso del Becerro Gótico, una de las piezas excepcionales que albergaba el archivo. Otros manuscritos y documentos fueron a parar a la Biblioteca de la Real Academia de la Historia y al Archivo Histórico Nacional de Madrid, instancias en las que el autor ha tenido que explorar para llevar a cabo su investigación.
Hay que advertir, según afirma el autor, que algunos de estos libros llegaron a la capital de manera fraudulenta, hasta el punto de que los 64 códices más valiosos del monasterio, los que llegaron a conformar una de las bibliotecas más antiguas y valiosas de la Península, permanecieron emparedados en el propio monasterio, hasta 1851, por orden de los propios responsables del proceso desamortizador, con el fin de ser vendidos al mejor postor. Esto no llegó a producirse, pero salieron de La Rioja hacia Madrid de forma totalmente irregular, en donde hoy se encuentran custodiados en las instituciones citadas. Por su parte, el resto del patrimonio cultural, el que hoy sigue en Yuso, fue entregado por los monjes, antes de abandonar definitivamente el monasterio tras la expulsión en 1835, a personas de confianza.
El volumen, cuya edición resulta impecable, presenta un exhaustivo análisis de la documentación generada durante más de un milenio en San Millán, que sigue albergando una de las bibliotecas monásticas más eminentes de nuestro país. García Turza da buena cuenta de cómo se fue construyendo el archivo y "qué normas se dictaminaron para que ello fuera factible", según apunta. Contribuye, de este modo, a rellenar la falta de bibliografía sobre el análisis de documentación correspondiente a los archivos monásticos. Por si fuera poco, se detiene a revisar el relato que los monjes pusieron en pie, a menudo sazonado con leyendas y falsificaciones.
Con todo, el autor considera que cualquiera de "los testimonios escritos que se conservan son fuente inagotable de conocimiento". Además, los monjes que han pasado por el monasterio de San Millán, cuya trascendencia cultural se mantiene a la altura de su dimensión religiosa, "han sido los encargados de perpetuar la memoria histórica de la abadía riojana a partir de la conservación de su archivo", reivindica Gonzalo Capellán de Miguel, presidente del gobierno de La Rioja y de la Fundación San Millán de la Cogolla.
El apasionante recorrido de García Turza se complementa, además, con el Archivo del monasterio de San Millán de la Cogolla. Regesta documental (759-1900), un inventario realizado por Juan Bautista Olarte, agustino recoleto fallecido en 2018, que recoge las descripciones de casi 13.000 instrumentos escritos, custodiados ahora en el monasterio emilianense. Se puede acceder a su contenido escaneando un código QR incluido en el volumen.