Pompeya ha reabierto al fin, tras dos décadas de restauración, uno de sus rincones más vivos y espectaculares para sumergirse en la vida de la Antigua Roma. Se trata de la Casa de los Vetti, una de las domus más imponentes y mejor conservadas de la ciudad arrasada por el Vesubio en el año 79 d.C. El complejo, ubicado en la Regio IV, en la que fue una zona próspera de la urbe, y de unos 1100 metros cuadrados, cuenta con refinadas columnas en el peristilo, ricas decoraciones marmóreas y coloridos frescos en las paredes con numerosas escenas eróticas.
Excavada entre 1894 y 1896 con la finalidad de ser conservada in situ, la casa integraba la propiedad de dos libertos que se habían enriquecido con el comercio del vino. Sus nombres se conocen gracias al descubrimiento de dos anillos de sello: Aulo Vetio Conviva y Aulo Vetio Restituto. Del primero de ellos también se sabe que era augustal, un cargo sacerdotal del culto imperial al que podían acceder los esclavos liberados.
Algunas teorías habían señalado que ambos hombres eran hermanos, pero es más probable que se conociesen cuando servían a un mismo amo también llamado Aulo Vetio. "Si fueran de la misma familia, los dos primeros nombres habrían sido difrentes y tendrían el mismo apellido", ha explicado Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya. "Era poco común tener hermanos biológicos que fueran esclavos y luego liberados porque los lazos familiares se cortaban con la esclavitud. Es más probable que fueran amigos durante el tiempo que fueron esclavizados".
La lujosa decoración pictórica y escultórica de la domus, construida hacia el siglo II a.C., refleja también la prosperidad de toda esta ciudad, donde se producía vino para todo el Mediterráneo, así como un modelo social que permitía a dos esclavos escalar en la jerarquía de clases pompeyana.
La Casa de los Vettii es uno de los máximos ejemplos del arte romano del siglo I d.C. "Fue reformada en época del emperador Nerón, pintándola en el llamado 4º estilo pompeyano, con gran riqueza en sus detalles y plagada de pequeños elementos que se insertan entre las escenas principales enmarcadas como si de ventanas se tratase", ha explicado en sus redes sociales el arqueólogo Néstor F. Marqués, experto en la Antigua Roma.
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"Casa-museo"
En el complejo se han podido documentar una serie de estatuas y frescos de marcado carácter erótico. Entre los más llamativos se encuentran los de la entrada. En la jamba izquierda de la puerta se halló la inscripción de una mujer de nombre Eutychis que era descrita como "griega y de hermosas maneras": una esclava prostituida que era ofrecida por dos ases. En la derecha, otra pintura representa al dios Príapo pesando su enorme pene en una balanza, un símbolo de prosperidad y abundancia de los propietarios de la domus.
Dentro de la casa destaca un friso de 15 centímetros de alto en la pared de una habitación que se cree que fue usada como comedor y que representa a cupidos haciendo perfumes o vendiendo vino y a parejas de dioses. Junto a la cocina se ha localizado otra estancia decorada con pequeños frescos de temática erótica que, según algunas hipótesis, pudo servir para ejercer la prostitución.
Lo más complicado del proceso de restauración ha sido la retirada de las capas de cera que en el pasado se aplicaron sobre las pinturas para intentar conservarlas, una práctica que con los años se descubrió altamente perjudicial para los bienes culturales. El ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, asistió este martes con otras autoridades a la reapertura y celebró en un comunicado la recuperación de "un espacio único en su género e inaccesible" en las últimas dos décadas. La esperada inauguración se tuvo que retrasar unas semanas más por culpa de las fuertes lluvias que han caído sobre el yacimiento.
"La Casa de los Vettii es la historia del mundo romano encerrada dentro de un mismo edificio, como una 'casa-museo' de la romanidad", resumió Zuchtriegel. Los investigadores aseguran que los frescos mitológicos y sus excepcionales esculturas en mármol y bronce no solo demuestran el legado helénico de la cultura romana, sino también suponen una muestra de "la vida económica y social de la ciudad" y del distinto futuro que deparaba a sus clases pobres.