La Gran Pirámide de Guiza, una de las maravillas del mundo antiguo, tiene todavía muchos secretos que desvelar. Una investigación liderada por científicos franceses, japoneses y egipcios bajo el nombre de ScanPyramids lleva desde 2015 desentrañando los entresijos del monumento funerario del faraón Keops y descubriendo nuevas cavidades y vacíos misteriosos. Estos resultados se han logrado gracias a la tomografía de muones, una tecnología que utiliza rayos cósmicos para generar imágenes tridimensionales de diferentes volúmenes y documentar lo que está oculto.
Ahora, en un nuevo que trabajo que se ha publicado este jueves en la revista Nature Communications, los investigadores han dado a conocer en detalle el hallazgo de un pasillo desconocido de unos nueve metros en la fachada norte de la pirámide, donde se encontraba el acceso principal, y que se escondía tras un "chevron", unas piezas oblicuas bautizadas así por su semejanza con el logotipo de la empresa petrolera Chevron y que tenían una finalidad arquitectónica y no decorativa: proteger una cavidad o un espacio vacío para evitar que el techo se derrumbara.
Estos análisis, que combinan las últimas herramientas tecnológicas en termografía infrarroja, fotogrametría, escáneres en 3D y softwares de reconstrucción, pretenden ayudar a tener una mejor comprensión de cómo se construyó el monumento y a precisar la funcionalidad de los "chevrones", según el equipo internacional de investigadores.
La Gran Pirámide es uno de los monumentos de piedra más grandes del mundo. Fue construida hace 4.500 años por orden del faraón Keops, de la Dinastía IV del Antiguo Egipto. En su época de mayor esplendor alcanzaba una altura de 146 metros, que se han reducido hasta los 139m actuales debido a que durante la Edad Media numerosos bloques de piedra caliza fueron expoliados. En su interior se han documentado grandes estructuras, como las cámaras del rey —la única construida en granito, incluido su sarcófago— y la reina o la subterránea, conectadas por estrechos pasillos.
Según detallan en el estudio, este pasillo fue identificado entre 2016 y 2017, cuando se descubrieron en la pirámide una serie de vacíos, entre ellos uno de importantes dimensiones —al menos unos 30 metros de largos, similar a la Gran Galería—, aunque su uso sigue siendo desconocido. Algunas leyendas apuntan que podría ser la verdadera cámara funeraria de Keops, ya que su sarcófago se encontró vacío. Sin embargo, otras explicaciones más plausibles señalan que ese espacio podría haber sido el resultado de los trabajos de construcción de la pirámide, una rampa interna para mover los bloques de piedra.
[El hallazgo de un taller para embalsamar cuerpos desvela los misterios de la momificación egipcia]
Las conclusiones del estudio se han presentado este jueves en una rueda de prensa celebrada en El Cairo. Mostafa Waziri, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, ha señalado que el pasillo, que cuenta con una sección transversal de 2x2m, seguramente fue construido para aliviar el peso de la pirámide en la entrada principal, que se encuentra unos siete metros más abajo, o de otra cámara o espacio todavía por descubrir. "Vamos a seguir haciendo escáneres para ver qué hay al final", ha detallado.
"Este estudio es la primera descripción de la posición y las dimensiones de un vacío detectado por muones de rayos cósmicos con una sensibilidad de tan solo unos pocos centímetros", escriben los autores del artículo científico. "En el apartado arqueológico, el descubrimiento de un vacío detrás del chevron y que tiene una sección transversal mayor que los pasillos que conectan las estructuras internas de la pirámide puede ser decisivo para abordad su papel".