Un equipo de investigadores liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha confirmado, por primera vez, que los restos hallados en excavaciones en Cádiz pertenecieron a individuos procedentes o descendientes de individuos de Fenicia, uno de los pueblos más influyentes de la Antigüedad que se extendía por lo que hoy es Siria, Líbano y el norte de Israel. El estudio ha analizado el linaje genético materno de 16 individuos datados entre los siglos V a.C. y V d.C cuyos cuerpos fueron descubiertos entre los vestigios de la antigua Gadir, un importante centro administrativo de esta civilización.
"Existía la duda de si los individuos eran fenicios de verdad o si se identificaban con esa cultura y se enterraron de esa forma. Con nuestro estudio hemos demostrado que esa población era de Fenicia o, por lo menos, eran descendientes de fenicios de Fenicia", señala Cláudia Gomes, investigadora del departamento de Medicina Legal, Psiquiatría y Patología de la UCM y primera firmante del trabajo.
Los fenicios establecieron conexiones a distancia con Occidente desde Oriente Próximo a lo largo de la Edad del Bronce. Gades (más tarde, Gadir, actual Cádiz) fue una de las ciudades fenicias más importantes lejos de su principal zona de influencia, pero hasta ahora no se habían podido obtener resultados biológicos de individuos datados de aquella época en esta ciudad. Los restos humanos analizados en este trabajo se han localizado en los yacimientos arqueológicos de Campo de Hockey, Plaza de Asdrúbal, Cuarteles de Varela, Teatro Cómico u Hospital de la Misericordia de San Juan de Dios.
"Son muchos los estudios arqueológicos, antropológicos y médicos llevados a cabo, pero nunca se había obtenido un resultado genético de tantos individuos fenicios. Para que se entienda la importancia y el impacto de nuestro trabajo, en el año 2016 se publicó en PLoS ONE el análisis genético de un solo individuo fenicio del norte de África. En nuestro caso, obtuvimos resultados de ocho individuos", destaca Gomes.
Además de la UCM, en el estudio científico publicado en Genealogy han participado el Ayuntamiento de Cádiz, el Instituto de Investigación Sanitaria Hospital Clínico San Carlos, el Hospital Universitario de Puerto Real (Cádiz) y la empresa Tripmilenaria, entre otras.
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Uno de los resultados más relevantes de este estudio es la confirmación de que cinco de los dieciséis individuos analizados tienen origen fenicio. En otros tres no se pudo confirmar ni descartar su origen fenicio, porque presentaban un linaje –ancestros– típico europeo y en uno de ellos se identificó linaje africano. Los restantes ocho individuos no han permitido la obtención de resultados debido a la extrema degradación de sus restos óseos.
"También concluimos que, en estos casos donde los individuos no tenían un linaje biológico típico fenicio, han abrazado esa cultura como suya, asumiendo las tradiciones y rituales de enterramiento de tal forma que no se podían distinguir unos de otros", destaca Gomes.
El análisis molecular se realizó solo a través de marcadores de ADN mitocondrial, para poder evaluar el linaje materno de los individuos. La razón, explican los investigadores, es que la información del linaje paterno, el cromosoma Y, se encuentra en el núcleo celular, y debido al elevado estado de degradación de los individuos no se pudieron obtener esos datos.
Además de la relevancia histórica de los hallazgos, este estudio tiene aplicaciones forenses. "Trabajar con muestras antiguas extremadamente degradadas sirve para mejorar y probar nuevas formas de análisis para su posterior aplicación a casos forenses actuales", señalan los autores.