Las excavaciones en una zona central de Pompeya, la ciudad romana sepultada por el Vesubio en el año 79 d.C., en concreto en un área de más de 3.000 metros cuadrados que estaba prácticamente intacta, comienzan a arrojar los primeros resultados. Los arqueólogos han descubierto los esqueletos de tres víctimas del volcán, incluido el de un niño, además de dos frescos de escenas mitológicas.
Los primeros análisis antropológicos de los huesos, según ha informado el Parque Arqueológico de Pompeya en un comunicado, indican que los cuerpos pertenecen a dos mujeres adultas y a un niño de unos 3-4 años. Los individuos presentaban una serie de traumatismos perimortem provocados por el derrumbe del almacén de una panadería donde habían tratado de buscar refugio. Sus restos estaban mezclados con lapilli o pequeños fragmentos de piedra, característicos de la primera fase de la erupción.
Gabriel Zuchtriegel, el director del Parque Arqueológico, ha compartido en su cuenta de Twitter una imagen de las dos mujeres mostrando una gran sorpresa por el hallazgo, el testimonio material de una tragedia: "Nunca había visto tantos huesos rotos en un esqueleto".
En cuanto a los frescos, localizados en dos paredes junto a un atrio, representan escenas mitológicas relacionadas con Apolo, Dafne, Poseidón y Amimone. En uno de los espacios prospectados también se han documentado los restos del mobiliario calcinado durante la erupción del Vesubio.
Las investigaciones, que todavía siguen en marcha, se están llevando a cabo en la Regio IX, concretamente en la Insula 10, una zona ubicada en el corazón de la urbe separada por la vía denominada de Nola de la Regio V, escenario de algunos de los hallazgos más sorprendentes de los últimos años, como el establecimiento de comida rápida (termopolio) desenterrado en 2020, o la casa de Orión.
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Las primeras excavaciones en el área se iniciaron a finales del siglo XIX, pero fueron interrumpidas. Hasta esa época la zona se había utilizado como área de cultivos y los invernaderos de los agricultores se mantuvieron hasta 2015. En esa primera fase se documentaron parcialmente dos edificios que fueron transformados en talleres de producción en el siglo I d.C. Los arqueólogos han podido determinar que se trata de una lavandería (fullonica), con mesas y pilas para lavar y teñir ropa; y de una panadería con horno que disponía de diversos espacios para la elaboración y venta de los alimentos.
Las excavaciones en la Regio IX, no obstante, se enmarcan en un proyecto de conservación más amplio para evitar desprendimientos de tierra y resolver problemas hidrogeológicos. El objetivo es mejorar la conservación de las estructuras remodelando el frente de excavación así como adquirir nuevos datos arqueológicos. En este barrio central de Pompeya se han descubierto la Casa de Obellio Firmo, una de las más grandes y complejas del yacimiento, o las termas centrales de la ciudad, que abarcaba toda una manzana y estaba en construcción en el momento en que el Vesubio engulló la vida de la urbe romana.
Hace solo un par de semanas, los investigadores del Parque Arqueológico de Pompeya anunciaron el descubrimiento de otras dos víctimas del volcán, dos hombres de unos 55 años, que aparecieron bajo unos muros derrumbados en la casa de los Amantes Castos, también en la Regio IX. Según informaron los arqueólogos, estos individuos no fueron abrasados por los flujos piroclásticos o la nube de ceniza que escupió el Vesubio, sino por los efectos de un terremoto que acompañó a la erupción: los hombres fueron aplastados por las paredes.